jueves, 27 de agosto de 2009

Todos seremos así de fáciles?



Hoy volvía a mi casa en subte. En la línea A más precisamente. Si alguno tiene la maravillosa oportunidad de vivir esa aventura indescriptible de viajar en la línea más antigua de sudamérica, sabrá que en la hora pico los vagones salen completos desde Plaza de Mayo y es un incesante reventar de gente como mínimo hasta Plaza Once, ahí se libera un poco y podemos volver a respirar.
Esta tarde, con ese calorcito inesperado para la mayoría, todos andábamos con abrigos de más en las manos. En Once, por suerte, se vació bastante el vagón pero tan sólo para permitirnos estirar la distancia a nuestro compañero más próximo de 15 a 30 cm. en el cara a cara.
Aprovechando la marea que bajaba, me acomodé cerca de la puerta del lado que ya no hay estaciones para que no me jodan y me dispuse a terminar mi viaje hasta Acoyte. La misma intención tuvieron una chica y un muchacho. Chica: unos 25 años, medida bustial más que importante, como todas las mujeres en estos días, media en pelotas por el sorpresivo calor. Muchacho: unos 35 años aprox, gordito, barba de unos días, camisa de vestir desabrochada y pantalón de traje. Se pusieron a unos 20 cm. de mí porque no había mucho más lugar y siguieron su conversación.
La mina le relató la mitad de su vida: que había vivido 9 meses con el novio (tómese nota: novio) en San Luis, pero que no les fue bien con el negocio y se volvieron a un depto cerca de la casa de la madre, hasta que "nos peleamos y me volví a lo de mi vieja" (tómese nota: pelea). Después de esto le contó que se quería ir a vivir sola, pero que no se animaba, que no le gustaría compartir depto con una amiga porque a ella le gusta tener su libertad y no sé cuántas cosas más... en el mientras tanto, yo no podía dejar de mirar dos cosas: la cara del muchacho con sus gestos y lo que el muchacho intentaba disimular que miraba: las terribles gomas de la pendeja!!!
En un momento hasta casi largo una carcajada, porque el flaco se estaba zambullendo con los ojos en el escote... no daba más el pobre. La situación graciosa duró un largo rato más, el pobre pibe no metía bocadillo, y aprovechaba cada vez que creía que ella no lo miraba a los ojos para tirar una miradita más.
En Acoyte, la saluda con beso en la mejilla, le dice "ojalá que mi suegra haya bañado a los chicos ya" (tómese nota: suegra) y despide prometiéndole mañana ayudarla a buscar depto. cerca de su casa.
Bajamos los dos del vagón, el subte arranca siguiendo su camino con la chica pechocha, y mientras buscábamos la superficie mediante la escalera mecánica, el muchacho agarra su celular, marca unos números y alcancé a escuchar: "negro, no doy más... me vuelven loco esas tetas! mañana le tiro todos los perros!!!!"

jueves, 6 de agosto de 2009

3 cosas que odio

- La publicidad de Cablevisión en la que el gato habla. Por qué carajo el gato habla con acento francés???? La odio... es una boludez!

- Ir al centro un día de lluvia y encima tener que ponerme traje. A los que medimos 1.70 o menos se nos complica llevar paraguas y no matar a alguien y a la vez que tratamos de evitar que nos saquen un ojo.

- Que me llamen por teléfono cuando estoy viendo "Tratame bien"