lunes, 29 de diciembre de 2008

Horóscopo

Anteúltimo día de trabajo. Durante casi toda mi vida de adulto (pongámosle de los 15 en adelante) llegada esta época del año alguien se encargaba, a veces en broma o a veces en serio, de sugerirme que haga un análisis del año que terminaba. Esta vez, casualidad o no, faltando dos días nadie lo ha hecho, y para no perder la costumbre, y teniendo en cuenta que siempre me hinchó las pelotas hacerlo, lo voy a hacer por propia voluntad. Algo así como la viejita que decía “si me muero en el campo entiérrenme en la montaña y si me muero en la montaña entiérrenme en el campo”.

Porque soy un hinchapelotas ordenado y también estructurado, voy a darle formato de horóscopo retroactivo.

Amor: empezó complicado el 2008, con vacaciones ya pagas y una relación que venía en pleno desgaste. Como para continuar con una constante de mi vida, a la vuelta de las vacaciones, pelea y separación. Meses de descontrol, mucho más ruido que nueces, algunas enfermedades crónicas (del bocho) y un nuevo comienzo (o re-comienzo). Llegando a fin de año el tema me encuentra feliz, casi diría que enamorado. Desde ya que con un montón de cosas que se arrastran de la anterior etapa, y cuestiones que no se solucionan ni siquiera con mucho amor. El pronóstico para el 2009 es alentador, en el medio voy a tener que vivir una mudanza a un nuevo departamento que quizás desencadene algunas cuestiones colaterales.

Dinero y negocios: al igual que en el amor, el 2008 fue un año complicado. Arranqué endeudándome para irme de vacaciones, porque sentí que las necesitaba como el oxígeno, y porque quería ponerle una ficha más a mi desgastada relación. Las deudas fueron acumulándose y los supuestos negocios que se estarían cerrando después de laburar unos cuantos meses jamás llegaron. La situación se empezaba a tornar complicada y las tarjetas estaban al rojo vivo. Justo a mediados de año llegó el cambio de laburo y con él las esperanzas de revertir la situación. El cambio fue positivo en todos sus aspectos, y si bien en lo económico implicó una mejora, no alcanzó como para revertir la tendencia. Había que cortar por lo sano y voló el auto. Con esa guita liquidé el total de las deudas y a empezar de nuevo. El 2009 pinta mejor. El trabajo es un laburo soñado, excelente clima laboral, buena gente, posibilidades concretas de negocios y productos líderes en sus mercados. Sólo dependerá de ponerle el hombro y darle para adelante.

Salud: si bien no fue a mí directamente, en marzo operaron a mi viejo de un tumor en un riñón, que terminó con la extirpación completa y por ahora sin nuevas novedades. Después de esto no hubo grandes sucesos, excepto las reiteradas enfermedades sicosomáticas asociadas a quilombos. Termino el año de nuevo yendo al gimnasio y haciendo cinta, no soy maratonista ni siquiera estoy flaco, pero al menos corro 5 km dos veces por semana y eso me mantiene algo más oxigenado.

Sorpresas: creo que este es el rubro más picante del año. Fueron muchas, y algunas verdaderas bombas, así que seguramente se me olvidará más de una. La más fuerte, o al menos la que más me afectó, fue enterarme por un medio extra-oficial del romance-calentura-cama o como carajo se lo pueda llamar de mi ex-mujer con mi (ex)amigo. Antes de esto la mudanza a otro país de este mismo garca, y previo inclusive a esto, su cancelación de casamiento y posterior ruptura con su novia. En conclusión mi (ex)amigo Ariel fue el mayor tira bomba del año.

Como todos los años, y porque para esto soy un optimista empedernido, creo que el 2009 con hacer un pequeño esfuerzo ya va a estar mucho mejor que este año.

Felíz 2009 para todos… y como me voy de vacaciones, dudo mucho volver a actualizar antes del 18/19 de enero.

PD: felíz cumple para Amanda, que es una de esas personas hincha pelotas que decide nacer en medio de las fiestas!!!

jueves, 18 de diciembre de 2008

A PASITOS...


Fueron muchos años, pero mas que muchos años en si mismos, fueron muchas cosas las que pasaron por el medio, así... atravesandolos.
Historias, risas, emociones, tristezas enormes, abandonos, embalajes, peleas, distanciamiento, traiciones, viajes, regalos, radicarme en otro país, recorrer el mundo, compras, penas, cambios de trabajos, un alianza, sentencia de divorcio firmada por una juez.
La compra de mi casa, después su venta, fotos, los recuerdos, mi vestido de novia, líos, alegrías, golpes bajísimos, amantes, corralito, depresión, amigos de fierro, cambios de presidentes, mudanzas, más viajes, sueños, mails, escapadas, familia incondicional, nacimientos, muertes, anécdotas, aprendizajes, sueños, divisiones, cambios, estados civiles varios, rupturas y por qué no, aperturas...
uff! pasaron tantas cosas y es tan extraño tratar de hacer un racconto, que mejor lo dejo acá.... en este gráfico, en un punto de cambio, o de nada... ya se verá, pero eso si.... el fin de una ETAPA.
Extensa como mencioné, de muchísimos años y muchísima historia, pero como de apoco en mi vida, cerré una vez más un círculo (y esto no es un dato menor, ya que la fuerza de voluntad, nunca fue mi fuerte y menos mi aliada)
Por ello, y sin ánimos de seguir aburriendo, va esta dedicatoria...
A todos, y cada uno de los que me dieron una mano y también la espalda.
A los q me alentaron y a los q me tiraron con dardos para que no termine.
A los fieles amigos y a los que traicionaron.
A todos y cada uno de los integrantes de mi familia.
A todos los q me fueron a buscar y a los q me llevaron.
A vos vasquita, por ser motivadora de que esté donde hoy está la flecha, porque si era por mí, seguía otro año sin arrancar.
A todos los q me dieron una linda ayudita, para q también la flecha esté donde está (si a vos Brother)
Al gordo, por permitirme todas las excepciones q existieron...
y como siempre al Barba (y no el ex de la loca... aunque también, una mano me dio)
Woow... y ahora?
De que coños me disfrazo? ;-)

martes, 16 de diciembre de 2008

Fiebre de domingo por la tarde

Hace mucho que no posteo y no porque no hayan sucedido cosas desde mi última entrada. Simplemente que por suerte estuve a pleno y con buenas noticias.

A ver… un rápido resumen: el sábado fuimos a conocer la quinta en la que pasaremos las vacaciones con mi chica y algunos días con mi hija. Superó ampliamente las expectativas, la casa es chiquita y vieja pero tiene mucha onda, la pileta es espectacular y lo mejor de todo es que toda la quinta está totalmente adaptada para niños: tiene una casita para que jueguen en el parque, una goma que sirve de hamaca, muchos árboles para hacer “expediciones” y mucho lugar para correr.

Lo mejor llegó el domingo, en un día que se vislumbraba intenso y lo concretó con creces. Primero y principal, fiesta de fin de año del jardín de mi hija. Segundo, y un poco por detrás en importancia, la última fecha del campeonato argentino con el Ciclón con chances de salir campeón o al menos, meterse en un posible desempate.

La fiesta era en un teatro en almagro, salí preparado con la cámara y muchos carilinas. El año pasado en mi primera experiencia como padre en un acto de su hija, lloré a moco tendido, filmé como si fuera Michael Fox con Parkinson y me emocioné a más no poder. Este año ya iba un poco más preparado.

Me llevé el celu para intentar ir chequeando en vivo y casi en directo el resultado de los partidos y dispuesto a bancarme todo el acto heroicamente. Primera sorpresa: no había señal adentro del teatro. Segunda sorpresa: el pequeño acto tenía como 10 partes, había pronóstico no menor a 2 horitas de duración.

Sinceramente, y no sólo porque sea el padre, mi hija es de las más lindas y de las que mejor baila, la pusieron adelante de todos y es muy gracioso verla como cada vez que cambia la música es una de las que inicia con los nuevos pasos. Realmente espectacular la gracia que tiene para moverse (dentro de unos años no me va a causar tanta gracia, lo sé…)

Además, el Ciclón ganó un partido chivo y nos metimos en la definición. Espero terminar el año con una gran alegría.

Y como para que me crean y vean que realmente baila muy bien, les dejo un video espectacular.

Nota: es la diosa de chaleco violeta que está adelante de todos.

lunes, 8 de diciembre de 2008

Mar adentro

Desde chico fui muy sensible. Películas, publicidades y hasta canciones me emocionaban fácilmente hasta las lágrimas. En mi adolescencia, supongo que un poco por las inseguridades típicas de esos momentos, intentaba demostrarlo lo menos posible. Y lo hacía muy bien. Cuando uno crece y entiende que está bueno dejarse llevar por las emociones, liberé todas las lágrimas que quería cuando quería. Y así fue como empecé a moquear en cines repletos, frente a la tele acompañado, en la tribuna del ciclón cuando cantamos eso de "yo soy cuervo desde que estaba en la cuna" y desde hace un tiempo, me encontré más de una vez mojando el teclado sobre mi escritorio en la oficina.

Este fin de semana fue particularmente raro. Una de las particularidades era que íbamos a pasar el primer fin de semana a distancia con mi chica. Y como nuestra relación no tiene como una de sus fortalezas la confianza mutua, no era este un tema menor. Por suerte, por mi parte, lo he podido sobrellevar de la mejor manera. Y estoy seguro que ella también.

Además, compartí bastante tiempo con mi hija, y esta época del año para un papá recientemente separado es una de las más difíciles. Tener que pensar, y negociar, como pasar las fiestas es una situación que desgasta y, al menos a mí, me genera sentimientos encontrados.

Pero llegué en buena forma al lunes por la tarde y me tiré en la cama para ver alguna de las películas que había puesto a bajar en internet. Elegí "Mar adentro".
No es mi intención contarles de qué va la película, ni siquiera del tema concreto que trata, pero sólo tirado en mi cama casi que salgo nadando. Prácticamente me deshidraté. 
Y es muy boludo como a veces ciertos mecanismos de pensamiento se disparan ante cosas que uno no espera o ni siquiera sabe. Cómo una película o una canción nos hace pensar en cosas y plantearnos situaciones. Y la peli me hizo pensar en todas las cosas por las cuales hoy puedo estar contento. No voy a decir agradecer, porque en mi estado de ex-católico, no creo que haya que estar todo el tiempo pidiendo o agradeciendo a alguien más, superior o no. Lo que sí, cuando uno se pone triste o mal por algunas cosas, pensar en los pequeños grandes logros de su vida puede hacerle reflexionar y entender el lugar que hay que darle a cada cosa. 

Ayer fui al cine por primera vez con mi hija, nunca nadie la había llevado al cine. Fuimos a ver Madagascar. Entramos y salimos del cine cantando "quiero mover el bote", se asombró con el tamaño de la pantalla y lo fuerte que estaba el sonido. A la mitad de la peli me dijo "papi, tengo sueño, me puedo dormir?" y se durmió todo lo que quedaba de peli. 
Lo mejor de todo llegó esta mañana. Apenas se despertó, vino hasta mi cama y me dijo que quería ir a hacer pis. La acompañé para prenderle la luz del baño y ayudarla a subirse al inodoro. Mientras ella hacía pis, yo me senté al lado en el bidet. Con su mejor cara de dormida me miró y me dijo: "papi... me gustó mucho ir ayer al cine con vos".

sábado, 6 de diciembre de 2008

Un embole para 400

Finde largo y al pedo en un 80%. Este finde me toca estar con mi hija desde el domingo al mediodía hasta el lunes por la noche, por lo que viernes y sábado estoy completamente libre. Mi chica se fue con amigas a la costa y quedé más solo que Cristina paseando por la Rural.
Como ya preveía un viernes de embole, y como le tenía ganas hace mucho tiempo, fui y me compré el Iphone. Con los morlacos que ingresaron por la venta del auto, me auto-convencí que era un muy buen paliativo darme al menos un gusto. Y ahí fui a los amigos de Claro a gastarles unas cuántas monedas. No me quejo, al menos el viernes a la noche fue de Iphone a pleno.
Hoy me levanté cuando pintó, me fui a desayunar al bar de la esquina... y sigo al pedo. Me estoy empezando a poner de mal humor.
La gran mayoría de mis amigos están en pareja y no salen a hacer nada, los que no están en pareja se fueron afuera el finde largo, y no quiero (me niego rotundamente) salir a hacer llamados a donde no corresponde para terminar haciendo cagada.
Se aceptan sugerencias, invitaciones, y otras yerbas!!!

PD: si para el sábado a la noche no tengo un mísero comentario, me voy a deprimir mucho!!!

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Delfo Cabrera

A partir del blog anterior y de un comentario de Lali haciendo referencia a que quizás terminaba corriendo maratones no pude evitar recordar mi breve y frustrante incursión en el mundillo de los deportes aeróbicos.

Durante mi anterior experiencia gimnástica, que como ya conté duró aproximadamente un año, con mucho empeño y fuerza de voluntad, llegó un momento en el cuál creí que estaba listo para demostrarles a todos que la actividad física era parte de mi vida. Y así como de la nada, llegó la invitación para inscribirme en el maratón Accenture, que más allá de la demostración de habilidades pedestres me permitía ganarme una remera dri-fit de Nike por el sólo hecho de anotarme.

La carrera fue apenas había arrancado el gym, fuimos a los bosques de Palermo muy tempranito con mi hija, ex-mujer, mi hermana, mi cuñado y mi primo. Mi hija iba con apenas 6 meses muy cómodamente sentada en su cochecito y la idea era que la parte masculina de la familia demostrara toda su capacidad deportiva mientras que la rama femenina pasearía con el cochecito con la idea de terminar la carrera sólo por la remera del final.

Mis errores comenzaron desde la vestimenta, unas zapatillas Puma muy bonitas pero con menos suela que una pantufla. Luego, la entrada en calor. Mientras me mofaba y reía de todos los boludos que hacían entrada en calor al ritmo de la animación de Ronie Arias me dediqué a mirar chicas en calzas y promotoras. Al ratito de estar, llegó el momento de la largada. Nos ubicamos por donde pudimos y arrancamos caminando, porque había muchísima gente. Iba en el medio de mi cuñado y mi primo y dándoles consejos como si fuera un deportista olímpico. A los 500 metros ya no podía cambiar el aire, a los 800 metros me entró un dolor en el costado y ya puteaba por no haber desayunado, a los 1000 metros me dolían los pies, a los 1200 metros les pedí que bajáramos el ritmo…  y a los 1500 metros me tiré a un costado en el pasto dando tanta pena que hasta me vinieron a asistir preguntándome si me sentía bien. La vergüenza no fue lo suficientemente grande como para impedirme ir hasta la carpa donde entregaban las remeras de Nike.

La segunda fue cuando ya hacía unos meses que corría, en la cinta del gimnasio llegaba a los 5 o 6 km (no sin esfuerzo pero casi dignamente) pero ahí descubrí que es muy distinto correr en cinta a correr en calle.

La carrera era “la maratón de los call center” y como la empresa en la que trabajaba era auspiciante, le propuse a RRHH que promocionara la carrera entre los empleados y que armáramos un equipo oficial de la empresa para representarla. La empresa gentilmente abonó la inscripción por nosotros y nos dió a cada uno una remera pedorrísima de algodón que adelante y atrás tenía el logo (tenía la esperanza de hacerme de arriba con otra dri-fit). Esta vez aprendiendo de mis errores me llevé las zapatillas con la que corría en el gimnasio pero me negué (una vez más) a hacer movimientos de precalentamiento.

Esta vez la actuación fue bastante más digna. De más está decir que como fui con varios compañeros de trabajo y 2 específicamente de mi sector, hubo apuestas varias sobre quién llegaría primero de nosotros.

Llegué con los bofes en la mano, estaba a punto de abandonar cuando me faltaban 1000 metros hasta que vi a un gordo desahuciado de mi empresa que me pasa por al lado y me dice "vamos que ya no falta nada"... y ahí algún tipo de fibra íntima se habrá tocado porque me sentí como Rocky en los escalinatas de Filadelfia y ya sin aire, con dolores en todos lados, transpirado hasta en las partes más íntimas logré pasar al gordo faltando escasos 50 metros y crucé la línea de llegada al borde del colapso cardiológico. Mi viejo, que me esperaba del otro lado, me contó al rato que cuando crucé la meta estaba pálido como nunca en mi vida y que venía boqueando como pez fuera del agua.

De más está decir que de los 3 del mismo sector llegué último cómodo.

PD: Delfo Cabrera fue un importante atleta argentino que logró la medalla de oro en Maratón en los JJOO de Londres 1948. Y lo más importante es que representaba al glorioso Club San Lorenzo de Almagro.

martes, 2 de diciembre de 2008

Y un día volvió…

Y el día finalmente llegó. Se acabaron las excusas, se terminaron los “peros”, llegando a final del año hubo que definirse y arrancar.

La última vez había sido hace casi dos años, en el medio muchos problemas que sirvieron de excusas y el tiempo fue pasando. En el mientras tanto intentamos algunas acciones alternativas, pero ninguna logró un resultado similar.

Hoy volví al gimnasio.

No se imaginen al Tano como un deportista, lejísimo estoy de eso. Ya leyeron en un post anterior que la genética me ha destinado una prominencia abdominal hereditaria importante, y me niego a someterme al destino de eterno panzón.

Durante todo el año 2006, en un récord de persistencia, logré entrar en un ritmo más que lógico. Iba entre 2 y 3 veces por semana y en 40 minutos ya había logrado correr casi 6 km. No estoy para los juegos olímpicos pero me hacía muy bien, y lo más importante, me permitía sentirme ágil, flaco y con resistencia. Creo que mi cuerpo tardó menos de un mes en olvidarse todas esas características y cuando ya llegué a sentirme una babosa embarazada llegó el punto final.

Mi anterior gimnasio era el típico gimnasio de barrio, estaba entre San Telmo y Barracas, era un galpón enorme que tenía varias canchitas de fútbol y algunas más de padel. Y en el primer piso un gimnasio bien modesto con las máquinas viejas y justas. Toda la vida me aburrió de sobremanera hacer aparatos, por lo que ya de grande descubrí que mi única manera de hacer alguna actividad física es correr en la cinta. Y con el tiempo, el MP3 y alguna tele de frente hasta le llegué a tomar el gustito. Así que hoy, luego de esa experiencia gratificante de tiempo atrás, me decidí y volví a la cinta.

Claro, algunas cosas son bien distintas. Pasé del gimnasio de barrio al Sport Club de Diagonal Norte. De los 3 o 4 viejos del barrio que eran charla obligada sobre los partidos del domingo a que todos parezcan modelitos y que vayan a desfilar. De las cintas desvencijadas y que no paraban de hacer ruido a las más modernas máquinas que tienen más botones que mi computadora. Y por supuesto, de la ausencia absoluta de mujeres, a un sin número de féminas en calzas y en posiciones que hacen imposible que hasta el más recatado pueda evitar clavarle alguna mirada asesina.

Otra cosa que cambió fue el vestuario masculino. Hace cosa de año y medio, y por sugerencia de mi chica, he empezado a utilizar el rasurado de la zona púbica. No es que antes tuviera el amazonas, pero es cierto que con este tipo de trabajito se tiene mucha más sensibilidad. Además, si uno pide que la zona de su pareja esté desmalezada tranquilamente puede recibir pedidos similares. Cuestión que una de las cosas que más me perseguía al respecto era el famoso vestuario, desde ya que en el gimnasio de barrio este tipo de prácticas no se veían y si alguno caía con la novedad automáticamente era tildado de puto. Hoy, ante mi sorpresa, no sólo confirmé que no era el único con escasez de bello púbico sino que la gran mayoría lucía un look similar. (acabo de releer todo el párrafo, y quiero aclarar que no uso cremas, que no tomo cama solar, que no me depilo otras zonas y que estoy lejísimo de ser un metrosexual. Por las dudas!!! Además, una ventaja adicional del rasurado es que hace parecer todo más grande!!!)

Hoy fue la primera incursión, 40 minutos de cinta, 20 corriendo y 20 caminando. Duchita rápida y charla protocolar con el cuidador del vestuario. Yendo a horarios no pico se puede conseguir una cinta con vista directa al ventanal de Diagonal y correr entretenido.

Voy a necesitar mucha voluntad para pasar el verano, pero el objetivo final está al final del túnel y por ahora está bastante oscuro, espero que dentro de algunas semanas ya se empiece a ver al menos alguna hendija de luz al final del camino.

lunes, 1 de diciembre de 2008

Vacaciones…

Se viene el verano, y ya desde finales de noviembre la gente a los 5 minutos de charla te empieza a preguntar: “Y? a dónde te vas a de vacaciones?”. Hasta hace 7 días atrás, mi respuesta era siempre la misma: “no me voy a ningún lado porque no tengo guita y quiero ahorrar para mudarme”. Pero hace una semana atrás todo cambió. De la nada, y sin que hiciera absolutamente nada para que suceda, una compañera de laburo de “mi chica” le ofreció alquilarla en un precio simbólico la quinta de fin de semana que tienen en El Remanso para que nos vayamos de vacaciones ahí. Sería del 28 de diciembre al 18 de enero (por lo que muy probablemente salga fiesta de fin de año en la quinta, todos vestidos de blanco como Alan Faena y bailando alrededor de la pileta absolutamente borrachos).

Algunas cosas que mentalmente estoy anotando para no olvidarme llevar:

- Tejo (juego pedorro que sólo se utiliza para altas tardes de embole en lugar de vacaciones).

- DVDs (si como supongo no hay tele ni cable, voy a tener que empezar a bajar películas en forma masiva).

- Protector solar (suelo arrebatarme fácilmente).

- Yerba (de las dos).

- Mi kit de cuchillos parrilleros (pienso estar 15 días alimentándome de cosas a la parrilla, no importa qué, todo a la parrilla).

- Scrabbel (juego vacacional por excelencia).

- Libros, más libros y muchos libros.

Creo que con eso puedo sobrevivir bastante bien unos cuántos días… si se les ocurren algunas cosas más, acepto todas las sugerencias.

viernes, 28 de noviembre de 2008

Llamado a la solidaridad

Por medio de la presente se solicita al público en general el aporte de información o cualquier dato de utilidad que permita conocer el paradero de la Srta. Amanda Gris. 

Aunque no lo crean, la susodicha, es una activa y talentosa escriba pero algún factor externo la mantiene alejada de este blog. Ya he efectuado amenazas de distintos calibres, sugerido ideas, forzado diálogos... y nada. Creo que el próximo paso será amenzarla con publicar una foto suya trucada festejando con la camiseta del rojo de avellaneda.

Y aprovechando el pedido desesperado, agradecería también que Vasquita, se incorporara definitivamente al blog.

Y ya que estamos pidiendo, seguimos con la racha. Vieron que arriba a la derecha, justo acá al ladito hay un lugar donde dice "Seguidores"??? Bueno... por ahora son sólo 4 y ya da pena, porque encima 1 soy yo y otra la escritora fugada. Si les pinta, si tienen ganas, sino les jode... me haría enormemente felíz contar con algunos más como "seguidores"... gracias... ya está... ya pedí mucho!!!

martes, 25 de noviembre de 2008

El sol de mis mañanas…

Supongo que las mujeres desde que son chiquitas juegan a ser mamás y quizás esta sea una de las razones por las que la maternidad es prácticamente una regla impuesta en sus vidas.

Para nosotros, creo, la paternidad pasa por otro lado. Cuando la idea se no cruza por la cabeza lo primero que imaginamos es llevar al primogénito a la cancha y gritar juntos un gol del club de nuestros amores o comprarle la primera pista de autos a control remoto.

Aún al día de hoy no tengo muy claro si la decisión de tener a mi hija fue conjunta o más de la madre, lo que tengo muy claro es que no me arrepiento para nada.

Desde ya que me encantaría que mi hija pueda crecer en una casa donde convivan sus dos papás, pero la realidad indica que eso no será posible. Y lo bueno es que las dos partes tenemos como prioridad el bienestar de nuestra hija.

Es una frase hecha esa de “los hombres siempre quieren nenes pero cuando viene una nena se le caen los pantalones” y en mi caso es más que cierto. No puedo hablar mucho de mi hija sin que la baba inunde el teclado, y eso en una notebook suele ser peligroso.

Mi hija es la más hermosas de todas las nenas (obvio, no?), es super inteligente, es una nena muy sensible, y además se da cuenta de todo. Tengo un millón de anécdotas que de sólo recordar me llenan los ojos de lágrimas, pero hay miles de pequeños gestos diarios que quizás se pierdan en la memoria pero no dejan de iluminarme el día cada vez que pasan. Por ejemplo, hoy la desperté para ir al jardín. Estaba toda transpirada en su futón-cama en el living de mi depto, como cada vez que se queda a dormir conmigo. Para ella es toda una aventura y se divierte mucho. Le puse el uniforme del jardín, le peiné el "nido de caranchos” como le digo yo y le conté que tenía una colonia nueva de “nenas” que le había comprado. Se puso toda contenta y me dijo que la seño le iba a decir que tenía muy rico olor. Le puse la colonia y cuando terminé, sin dudar un instante, se da vuelta me abraza las dos piernas y se aprieta mucho contra mí y me dice “te quiero mucho papucho, como la trucha al trucho”. De más está decir que si no moquié fue sólo porque por suerte estas demostraciones de cariño son habituales.

Sólo para que vean lo hermosa que es mi hija (en su cumple de 3 años con la carita maquillada, hace casi ya un año).

En el cumple de 3

jueves, 20 de noviembre de 2008

Al solcito…

El otro día hablábamos con Amanda sobre nuestras nuevas-viejas relaciones sentimentales-parejas. Obviamente el tema derivó sobre lo difícil que sentimos en estos días y a nuestros treinta y pico poder armar una pareja. Y está claro que a esta altura del partido (digamos que 40 minutos del primer tiempo, ni siquiera llegamos al entretiempo che!) todos tenemos nuestras historias por detrás, algunos nuestros hijos, otros sus ex-esposos/as, la mayoría alguna relación sentimental tormentosa, y absolutamente todos nuestras propias manías.

Al menos yo, luego de la charla, llegué a la conclusión que lo que quiero ahora es estar bien con alguien y que eso no me genere más problemas de los que ya tengo. Todos lidiamos desde que amanecemos cada día con las cuentas, nuestros trabajos, jefes y compañeros de trabajo, hijos, padres, familiares varios, problemas inesperados y esperados (por ejemplo, las malditas fiestas de fin de año que se vienen YA!) y, al menos yo, cuando llego a mi casa quiero relajarme, disfrutar de mis pequeños placeres (tirarme en la cama y jugar a la play, ver tele, ver dibus con mi hija, o que esa persona especial me haga mimos) y lo que menos tengo ganas es tener que estar preocupándome por qué fue lo último que me dijo o si le caerá mal que salga con los chicos o si me dijo que iba a salir con las amigas y no me llamó, o si la mar en coche…

Por suerte, después de muchos meses, muchas peleas, un distanciamiento con descontrol de por medio de 6 meses, y más regresos que Mirta a los almuerzos, hoy creo que estamos muy bien. Con millones de temas todavía por pulir, y una lista interminable de nuevos conflictos que aún hoy ni siquiera imaginamos, pero siento que esta vez los dos tenemos muy claro que hay que remarla, aunque a veces parezca que es un mar de dulce de leche.

Por lo pronto se viene el fin de año, malditas fiestas incluídas, se viene el regreso a mi vida de peatón, se viene el verano, el calorcito (¿es necesario que vayan semi-desnudas por Florida?), las vacaciones en casa, y… está bueno sentirse que uno no está solo, y que más allá de los problemas que puedan surgir, sentir que uno cuando llega a casa se saca los zapatos, se afloja la camisa, se tira en la cama y alguien viene y le hace unos mimos.

martes, 18 de noviembre de 2008

De tal palo, tal astilla

Cuando era chico y mi vieja salía conmigo y mi hermana a la calle, en más de una ocasión le ofrecieron que nos lleve a castings para publicidades y más de una vez le preguntaron si éramos adoptados, ya que nuestras cabelleras rubias casi blancas y ojos claros no coincidían prácticamente en nada con los de nuestros papás.

Resultó ser que con los años esas diferencias físicas se fueron achicando hasta prácticamente convertirme en la versión aggiornada de mi viejo. Inclusive, en la foto que está justo acá abajo, cualquiera podría confundirme con mi viejo si tuviera el pelo morocho, y a mí comiendo la manzana tranquilamente podría pasar por mi hija actualmente. Si veo una foto de mi viejo a los 30 años, estaba igual a como estoy yo en estos años, inclusive con esta panza onda embarazada que nos caracteriza. No es un flotador, no es gordura, es nada más y nada menos que panza. Nace justo abajo del esternón y va hasta el bajo vientre, como si fuera un globo perfectamente inflado, y no es acompañado por otras zonas de acumulación de grasas, simplemente ese globo inflado ahí.


Más allá de los rasgos físicos, heredé unas cuantas cosas de mi viejo. En estos días estoy sufriendo en carne propia una en particular que nos caracteriza a ambos. La típica frase "la procesión va por dentro" se hace carne en nosotros. Mi viejo es el típico tipo que no te dice nada, ni lo que siente, ni lo que piensa, ni lo que le molesta. No te tira un "te quiero" ni de casualidad así como tampoco te va a decir "me tenés podrido" o similar. Simplemente acumula y traga. Y la herencia la llevo con honores, si bien hace años que tengo identificado el temita, en más de una ocasión me cuesta procesar las cosas y sacarlas para afuera. Mi cuerpo, a pesar de sus 32 años de entrenamiento en estas cuestiones, reacciona como puede o lo dejo, ante tantas situaciones masticadas, procesadas y tragadas. La forma que tiene por ahora de sacar afuera las cosas cuando no puedo hacerlo con palabras es variada: fiebre, acidez, colon irritado, faringitis varias, y una lista bastante interminable de etcéteras.

El sábado pasado, ya a pleno en mi etapa de padre 7x24 porque la madre de mi hija está de viaje hasta el próximo sábado, estaba jugando con la peque tirándola al aire y atajándola y en un movimiento intempestivo, sus 14 kilitos hicieron que mi hombro quedara un poco mal acomodado. A las pocas horas, mientras cenábamos, me quedé duro. Primero fue una puntada, después como un tirón, y después rigidez. El cuello se me quedó duro. Ya van unos cuantos días y mi espalda se niega a volver a contar con esa escasa flexibilidad que siempre la caracterizó. Estoy prácticamente convencido que el sábado a la mañana cuando vuelva la madre y deje de tener sobre mis espaldas el 100% de la responsabilidad paternal las rigideces irán desapareciendo de a poco y como por arte de magia.

viernes, 14 de noviembre de 2008

Cabrón… y qué?!

Soy cabrón por una innumerable cantidad de cosas, pero si hay algo que me saca de quicio es la falta de educación. Y no me refiero a la postura snob ante personas que no tuvieron las mismas posibilidades para acceder a la educación que uno tuvo, sino a la educación básica, al no cagarse en el otro, al respetar al que tenemos al lado.

Estoy a semanas de volver a ser peatón, después de muchos años de tener auto, pero la crisis, las deudas y la Sra. K se han empeñado que sea un lujo contar con un auto propio. Así que más allá que me produce un sabor bastante amargo vender el auto, sé que voy a ganar en salud. Soy terriblemente calentón y cabrón cuando manejo. Odio que la gente no use los guiños o las balizas, me saca que se estacionen en cualquier lado y encima no tengan la delicadeza de poner las luces, me violentan los tipos que se instalan en la mano izquierda de una autopista y no te dejan pasar por más que no tengan a nadie a su derecha tanto como los que viendo que hay una cola terrible de autos se te chupan atrás y no paran de tirarte luces. Me he puteado, seguido durante cuadras a otro auto, bajado la ventanilla y amenazado, he hechos gestos ventana a ventana o a través de la luneta, pero tengo bien claro que mi límite es bajarse del auto. Hasta el día de hoy nada me ha sacado lo suficiente como para pasar ese límite (por suerte… porque seguro que encima me cagaban a trompadas).

Soy de la teoría que con un poquito más de educación todos viviríamos muchísimo mejor. Hasta en cosas super sencillas y para muchos triviales. Por ejemplo: nadie sabe que las escaleras se usan siempre por la derecha? No sería mucho más fácil subir o bajar al subte si todos usamos sólo nuestra derecha, estoy seguro que iríamos todos más rápido. Lo mismo cuando caminamos por la calle. Vieron el caos que es Florida un día de semana al mediodía? Y además de los vendedores callejeros, los turistas y la gente que pide limosna, si todos camináramos por la derecha sería bastante más cómodo y no tendríamos que estar esquivando gente como si fuera un partido de rugby.

La limpieza me pone de la nuca. Tan terrible es tirar el papelito en el tacho de basura? Hace unos cuántos años atrás es cierto que no había muchos recipientes, pero ahora (al menos en el centro) hay de a 3 o 4 tachos por cuadra, es imposible que no puedas contener el folleto que te acaban de dar, el papel del caramelo o la latita de gaseosa unos 15 metros más para tirarlo al tacho!

Hasta ahora nunca me animé a hacerlo, pero cada vez falta menos para que cuando vea a alguien adelante mío tirar un papel en la calle se lo levante, lo alcance y le diga: “se te cayó esto”.

Sinceramente si todos arrancamos con estas cosas sencillas y básicas, estoy convencido que vamos a vivir mucho mejor y en poco tiempo. Y sino… me volveré más y más cabrón!

martes, 11 de noviembre de 2008

Tiempo al tiempo

Mi amiga Amanda (que aunque no lo crean, simplemente porque está muy vaga, escribe muy bien) tiene en su MSN la frase: “la certeza es monótona, la duda es apasionante”. Y la frase también me hace acordar a una de mis películas favoritas, Alta Fidelidad, cuando el protagonista Rob hace un monólogo acerca que desde los 16 años ha estado saltando de novia en novia porque ninguna le convencía simplemente porque tenía miedo que lo que estaba obteniendo con cada una de ellas fuera lo suficientemente bueno como para él.

El fin de semana estuve en Miramar pasando dos días de pleno descanso con mi novia. Veníamos de meses de encuentros y desencuentros, de intrigas, misterios y falta de confianza. En el medio ambos estuvimos tratando de olvidarnos y saltando de piedra en piedra. Durante ese tiempo busqué una y miles de razones por los cuales lo mejor era no estar más juntos. Pero cada vez que nos veíamos me olvidaba de todas y cada una de ellas. Hace poco más de un mes decidimos volver a darnos una oportunidad. Al principio con muchos reparos de las dos partes, y ahora con el correr del tiempo, apostando nuevamente a una relación.

Tenemos muchas cosas en común, sobre todo nuestros gustos, y también tenemos historias muy distintas y experiencias importantes casi contrapuestas. Por suerte, hoy lo que nos mantiene juntos es hacernos bien mutuamente.

Pasé un fin de semana como hacía mucho, mucho, mucho tiempo no tenía. Descanso, mimos, siestas, caminatas, risas y, por supuesto, algunos enojos.

Tengo muchas ganas que esto funcione, que se mantenga así, que sigamos creciendo juntos. Hoy es un apoyo fundamental cuando me siento un poco solo y sin tantos amigos. Ojalá podamos seguir los dos haciéndonos bien uno al otro.

viernes, 7 de noviembre de 2008

Blog participativo: planeando la venganza

Recopilo un poco de información para que estén al tanto de la situación actual.

Hice primaria y secundaria en el mismo colegio. A algunos de mis amigos actuales los conozco desde los 9 o 10 años. Aproximadamente a los 14 años con mis amigos de toda la vida entre los que se encuentran JP, CH y Ariel empezamos a salir con las amigas de la hermana de otro de nuestros amigos. Ahí yo conocí a mi ex-mujer y CH conoció a su actual mujer. Por cuestiones de la vida, mi ex-mujer y la mujer de CH eran muy amigas en el secundario, luego se distanciaron un poco (CH y yo siempre seguimos siendo muy cercanos) y cuando yo me separé la mujer de CH volvió a hacerse íntima de mi ex. Por otro lado, la mujer de CH incorporó al grupo a la que con el correr del tiempo se convirtió en la mujer de JP. En resumen, un grupo muy cerrado, en el que todos nos conocíamos desde muy chicos y compartíamos muchas cosas.

Hace casi dos años, cuando yo me separo, las mujeres por las típicas cuestiones sindicales se alinean detrás de mi ex-mujer. Como tuve una separación por demás amistosa y civilizada nunca hubo demasiados quilombos, pero sí empecé a notar que excepto CH y JP el resto me dejaba un poco de lado y dejé de ser invitado a las tradicionales reuniones. En un punto no me molestaba, porque lo que menos quería era cruzarme a mi ex, pero teniendo una hija de por medio que es amiguita de los hijos de todos mis amigos, me daba un poco de bronca perderme esas reuniones con amigos.

Ahora, viéndole en perspectiva, al parecer esas reuniones en mi ausencia fueron la piedra fundamental en la que se cimentó este romance a distancia. En marzo de este año, me distancié de mi actual novia (hasta hace dos meses atrás) y justo para esa misma época mi (ex)amigo Ariel cortaba una relación con su novia que tenía fecha de casamiento ya fijada. Ante la soledad de ambos tuvimos un par de semanas en que empezamos a compartir algunas salidas y nos juntábamos a tomar mate (algo así como Judas participando de la última cena). A los pocos meses, a él le salió una oportunidad de laburo inmejorable que implicaba que se fuera a vivir (sin plazo de retorno) a México. El que esto escribe, como un boludo, se levantó y levantó a su hija un domingo a las 8 de la mañana para ir a despedir a su supuesto amigo a Ezeiza. Soy tan boludo que hasta llegué a derramar unas cuántas lágrimas.

Los meses pasaron y mi ex un día me comenta que después de varios años sin vacaciones se iba a tomar 10 días para ir a México con mi hija y de paso visitar a nuestro “amigo” en común. No voy a negar que ahí ya sospeché algo y le mandé el mail que transcribí en el post anterior, pero ingenuamente confié en su palabra y me quedé tranquilo.

Al regreso de México algunas cosas se volvieron más evidentes, y una vez que pude confirmar mis sospechas, también terminé enterándome que la mujer de CH (muy cercana a mi ex-mujer y que además eligió a Ariel como padrino de su primer hijo) y la mujer de JP (también cercana a mi ex-mujer, pero sin mucha relación con el susodicho) estaban al tanto de todo el affaire, inclusive desde antes del viaje a México, y que no solamente sabían sino que además propiciaban y alentaban la nueva relación.

Algunos me sugirieron que re-envíe el mail en el que él me contesta que tiene códigos y bla bla bla con copia a todos nuestros amigos en común y que lo deje en evidencia. Estuve muy tentado de hacerlo, es más, casi lo hago anoche. Pero por lo pronto, lo que hice fue contarles toda la verdad a JP y a CH. El primero se puso de mi lado, y hasta le molestó muchísimo enterarse que su mujer estaba al tanto de la situación y se la había ocultado, a CH se lo comenté hace 15 minutos y su reacción fue media rara, como no pude hablarlo en persona se lo conté por teléfono y quedamos en almorzar la semana que viene.

¿Qué es lo que me jode? La traición de mi (ex)amigo y que se armó una especie de “Clave de Sol” a mis espaldas, donde todos ponen sus fichitas y terminan por dejarme definitivamente afuera de un grupo de amistad que valoraba mucho.

Las mujeres de mis amigos me chupan un huevo, yo no soy amigo de ellas, simplemente son un apéndice de mis amigos, nada más que eso. Está claro y lo viví, que llevarte mal con la mujer de un amigo lo único que logra es que sólo puedas ver a tu amigo, cuando ella no esté de por medio. Lo sé y me la banco. Ahora, dependiendo de la actitud de mis amigos, este tema va a ser más grave o no. No es cuestión de armar bandos y que me juren lealtad eterna, pero desde mi parte no hay forma que vuelva a compartir una misma habitación con Ariel. Y cuando eso suceda, lo primero que voy a hacer es cagarlo a trompadas (y espero que se defienda, así puedo pegarle más).

¿Cuáles son las consecuencias de todo esto? Alguien se va a quedar afuera de los cumpleaños de mis amigos, de sus hijos, del cumpleaños de mi hija. Alguien se va a quedar afuera del equipo de fútbol que hace 17 años compartimos. Alguien se va a quedar afuera de cualquier cena, reunión o salida en grupo. Lamentablemente, creo que tengo todos los números para ser ese alguien.

Supongo que muchos pensarán que si mis amigos no se comportan como espero, es mejor no tenerlos ni cerca. Pero son muchos años de amistad y no me resulta tan fácil ser racional con este tema.

Y por otro lado, no quiero que mi (ex)amigo Ariel se la lleve tan de arriba. El hijo de puta está planeando una luna de miel de 48 horas en París y ¿yo me la tengo que comer doblada?

Escucho ideas vengadoras…

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Antes del amanecer…

Si tuvieras un romance a semi-escondidas del mundo, con una persona que conocés hace más de 15 años, que por cuestiones de tiempos de ambos nunca pasó nada, y ahora que vive a 15000km. de distancia están los dos solos y sin pareja, se cruzan un par de miradas y después de sólo unos besos en un aeropuerto tercermundista se proponen encontrarse en París durante tan sólo 48 horas para concretar el incipiente amor… qué pensarías?

No es el guión de alguna comedia romántica pochoclera (o puede ser y no la vi o no la recuerdo) ni tampoco el argumento del último best-seller de Bucay. Eso es el resumen de los próximos pasos a seguir entre mi ex-amigo y mi ex-mujer.

No pregunten cómo ni por qué, no viene al caso, tengo la confirmación que ambos están muy embelesados uno con el otro, que ya imaginan “un futuro juntos” y que si bien todavía no pasó nada demasiado serio (tan sólo unos besos) tienen ya organizado pasar dos días solos en París aprovechando viajes de negocios de ambos al Viejo Continente.

Creo que esto da por terminada la intriga y el seguimiento de esta telenovela. Desde mi lado, cero reclamo hacia mi ex-mujer, más allá que habiendo 18 millones de tipos en la Argentina se haya terminado enganchando con un (ex)amigo mío. Y condena, rechazo y desprecio hasta la eternidad a mi (ex)amigo que tuvo sus dos oportunidades de blanquear y no sólo se hizo el boludo sino que además tuvo la cara de referenciarse como un tipo de principios. A continuación, y para que pueda evaluar por sus propios ojos sus acciones, les transcribo el mail que me envío oportunamente:

“Como bien decís tenemos una relacion muy cercana, y siempre nos hemos respetado mucho, en todo momento, ella me apoyo cuando me separe y yo lo hice cuando uds. se separaron, como también lo hubiese hecho con vos si no te encerraras tanto (no es un palo) cada uno actúa como mejor le parece o sale. Y la relación que tengo con XXXXX (nombre de mi ex-mujer) lleva casi el mismo tiempo que la que llevo con vos.
Me quedan muy claros tus conceptos y valores, no vas a tener que de ninguna manera cagarme a trompadas, estoy de acuerdo con que cuides a XXXXXX (nombre de mi hija) sobre todas las cosas. Y para tu tranquilidad estoy acondicionando mi casa para que cada uno duerma en un lugar distinto, es algo que me pidió XXXXX (nombre de mi ex-mujer) para que ni siquiera XXXXX (nombre de mi hija) se acostumbre a dormir con ella y después le cueste otra vez volver a su habitación en su casa.
Igualmente, debo decir que si por alguna de todas esas cuestiones que vos bien nombras sucediera algo entre XXXXX (ex-esposa) y mi persona en los próximos 1000 años, antes hablaría con vos! Por mis valores, por los tuyos y porque no seria algo sencillo para ninguno de nosotros.

Creo que no hay mucho para aclarar, no? Debería imprimirlo y llevarlo en la billetera para la próxima vez que me cruce por la vida a este muchacho. Primero sacaría el papelito del bolsillo, lo desdoblaría pacientemente, y sin dejar de mirarlo a los ojos, le rompería bien la cara.

lunes, 3 de noviembre de 2008

Bicis

Mi viejo siempre fue fanático de las bicicletas. Cuando era muy chiquito recuerdo que me llevó una noche al Luna Park a ver un evento que se solía realizar en Buenos Aires que se llamaba los “6 días en bicicleta”. Otros domingos hemos ido a ver alguna carrera en el velódromo que había en Buenos Aires y que luego con la mudanza del circuito KDT desapareció. Me acuerdo como si fuera hoy que en la puerta del velódromo había una escultura que a mis 6 años me parecía increíble y siempre me quedaba unos cuántos minutos mirándola.

Ya de más grande los paseos a Palermo en bicicleta con mi viejo y mi hermana eran la salida obligada del domingo por la mañana. Agarrábamos nuestras bicicletas plegables y al baúl del falcon, de ahí derechito para el parque que está frente a ATC donde dábamos vueltas y vueltas a la pileta y veíamos de paso a los que usaban las verdes aguas para probar sus barcos a escala.

Recuerdo como el día de hoy mi mayor accidente “bicicleteril”. Estábamos jugando con mi hermana a subir y bajar del puente que cruza Figueroa Alcorta frente a la facultad de derecho. En una de las miles de subidas y bajadas, iba con mi super bici verde plegable y pisé de costado con la rueda una piedrita. El manubrio empezó a oscilar rítmicamente de izquierda a derecha, primero en movimientos pequeños, en breves segundos esos movimientos se hacían más y más oscilantes. Mi viejo, como eterno observador de las peripecias de los bólidos de dos ruedas, empezó a correr hacia mí al gritó de “agarrá fuerte el manubrio”. No llegó a dar 4 o 5 pasos que el manubrio terminó de girar bloqueando las ruedas. Lo que sigue quizás esté agrandado en mi mente como la mayoría de los recuerdos de nuestra tierna infancia, pero en mi interior estoy convencido que volé por arriba de la bici y sin tiempo de reaccionar caí de narices sobre el rugoso asfalto del puente, arrastrándome unos 10 o 15 metros por el impulso (bueno… quizás fue uno o dos, pero ya avisé que tengo el recuerdo agrandado). De palermo a caballito tirado en el asiento de atrás del auto lamentando mi maltrecho estado.

Como muchos sabrán, a la ciudad de Miramar se la conoce como la ciudad de las bicicletas. El próximo fin de semana, gracias a un regalo que un cliente le dio a mi chica (¿?) me voy a pasar dos días a un SPA en dicha ciudad con todo pago.

viernes, 31 de octubre de 2008

“No es momento para charlar esto”

Hoy al mediodía, después de ir a una reunión muy importante de laburo que me tenía sumamente cagado porque se desarrollaría en su totalidad en inglés, salí desde el edificio de catalinas dudando en si con mis 38/39 grados de fiebre iba a volverme a casa o ir a almorzar con mi ex.

Finalmente decidí que lo mejor era sacarse el tema de encima cuánto antes y le dije de tomar un café al menos. Nos juntamos en el Segafredo de Florida y Diagonal. Mi idea era escuchar qué tenía para decirme y de acuerdo a cómo fuera la conversación preguntar o no por “el” tema.

La charla vino por otro lado, finalmente y luego de casi 2 años de separados llegamos a la conclusión que lo mejor era iniciar los trámites del divorcio y de esa manera yo iba a poder mejorar un poco mi situación financiera con la parte que me corresponde del depto. Le agradecí mucho el gesto y seguimos hablando acerca de nuestras sensaciones y sentimientos en los últimos años. Charlamos sobre los mismos que nos llevaron a separarnos e inclusive terminamos hablando de nuestras actuales parejas.

Pedimos la cuenta… y no me aguanté más. Le conté que no quería ocultarle que le había mandado un mail al muchacho en cuestión justo antes que ella viajara con mi hija a visitarlo a méxico diciéndole que desde hacía un tiempo yo lo veía muy cercano a ella y que le pedía que no intente aclarar ninguna situación delante de mi hija. Ella se quedó freezada, no me miraba y sólo miraba la mesa. Y ya envalentonado seguí. Le dije que ella sabe muy bien que yo desde inclusive antes de casarnos le dije que él le tenía ganas y que las últimas veces que los había visto a los dos juntos en algún tipo de reunión veía que sus miradas eran muy compinches y que compartían una relación muy cercana. Ella seguía en silencio. Le pregunté cómo se sentiría ella si yo me pusiera a salir con alguna de sus mejores amigas. Y ahí llegó la moza con el vuelto y su frase fue: “No es momento para charlar de esto”.

miércoles, 29 de octubre de 2008

Actualización (Friends)

Última actualización: hoy mi ex-mujer me pidió de juntarnos "porque tiene ganas de charlar cosas de nosotros". Almuerzo el próximo viernes. Más novedades en breve.

lunes, 27 de octubre de 2008

Friends

Entramos en etapa de blog participativo, o al menos esa es mi intención. Me gustaría compartir un tema que ronda hoy mi círculo de amistades, no me quita el sueño ni mucho menos, pero me hace preguntarme si conozco tan bien como creía a mis amigos.

Breve resumen: estoy separado hace casi 2 años (con divorcio en camino), tengo una hija de 3 años y medio y una muy buena relación con mi ex-mujer. Motivo de la separación: desgaste de la relación después de 15 años de estar juntos (de los 15 a los 30), nos habíamos convertido en hermanitos más que en esposos.

Como en toda separación, hay amigos más cercanos que otros, algunos siguen apoyando como siempre, otros tienen nuevas actitudes que sorprenden: mostrando más apoyo o borrándose.

En este caso en particular con mi amigo, por circunstancias de las relaciones, nos encontramos por primera vez en nuestra amistad sin pareja y empezamos a compartir algunas salidas, sábados por la tarde de mate y empezamos a acercarnos más de lo habitual. Sin embargo, había un detalle no menor, él como amigo mío rápidamente se había convertido en un muy buen amigo de mi ex-mujer. Con el correr de los años, cuando yo aún estaba casado, se habían convertido en tan buenos amigos que muchas veces hablaban entre ellos y yo estaba por afuera. La cuestión jamás me molestó porque él tenía una personalidad muy particular y mi ex-mujer siempre lo consideró una muy buena persona.

Pasó el tiempo, y si bien nunca hubo de mi parte una molestia ante esta situación, me comenzó a parecer cada vez más probable que exista una atracción más allá de la amistad.

En los últimos días, tengo la certeza que pasa algo entre ellos, él en este momento (y sin plazo) está viviendo en México. Por algunos medios me enteré que parte de mi supuesto grupo de amigos (varias mujeres de amigos) están al tanto de la situación y expectante por la nueva probable “parejita”.

Particularmente a mí, no me importa para nada lo que haga o deje de hacer mi ex, sobre todo porque ya tuvo parejas y novios, pero no deja de molestarme que todos mis supuestos amigos hayan estado o están jugando a mis espaldas con un tema no menor.

miércoles, 22 de octubre de 2008

Perdón por la tristeza...

Soy Amanda y no tengo mucha idea de cómo es esto de postear mis días. Sin ir mas lejos, este es mi verdadero “primer” post…
De hecho, es un aprendizaje para mi y que surgió con el Tano, como bien él dijo, un sábado a la noche tirando para madrugada…
Me es difícil pensar que se leerá esto que cuento, pero también pienso que es mi manera de decir lo triste que estoy hoy.
Hay veces que los sucesos que a menudo nos interceptan, nos dejan -o no- una marca importante.
Hoy me topé con uno que creo no voy a olvidar facilmente.

Mi compañero de oficina, a quien aprecio y tenemos una muy linda relación, tiene a su hermana que está embarazada de 8 meses y medio. Como fecha para dentro de dos semanas mas.
Ella, ayer se levantó, hizo su vida normal y en el transcurso del día se fue dando cuenta que su bebé no se movía. A la tarde se convenció de q no se había movido en todo el día. Y se fue al médico. Después de verla, le hicieron una ecografía y sin mas, le dijeron que el bebé no tenía signos vitales.

SI, el bebé estaba muerto.
….

Yo no puedo meterme en la piel de esos padres, no puedo ni imaginarme el dolor de una madre que tiene a su bb muerto en la panza, que la mandan a dormir a su casa porque tiene q esperar… Esas horas interminables hasta esperar por lo que un sistema médico obliga a inducirla a un parto, por temas físicos para “mejor bienestar de la paciente” (físico claramente, porque en mi humilde entender, en lo psicológico no le atinaron ni ahí)
Es verdad q al inducir a un parto, no tiene la lesión en el útero para un futuro embarazo, pero….

A la una del mediodía estaba en una habitación de un sanatorio, esperando el momento en que puje por un bebé que no tenía vida.
Imaginé la tristeza y la soledad interior de ella, además de no entender nada, el por qué le sucedió lo que sucedió.
Todo el mundo en neonatología festejando las venidas al mundo y ella sabiendo que no tenía nada que festejar.
Mi compañero llegó deshecho pero escuchaba en sus palabras a una persona que aun no caía en lo que le estaba pasando, lo contaba como una película.

A las tres de la tarde la operaron. Resultado: se ahorcó solita con el cordón umbilical.

Su hermanita mayor de tres años, espera ansiosa la llegada de Juanita…

Cómo se le explica a esa nena que su hermana no va a venir?
Como se consuela a esos padres que de esperar la venida de su hija, ahora tienen que verla, anotarla con su nombre, sacarla de la morgue, velarla y enterrarla?

Estoy, además de con dolor, con un montón de preguntas a cuestas, todas, claramente incontestables…

miércoles, 15 de octubre de 2008

Casa con patio

Laguna y Junta, barrio de Floresta. Agrelo y Yapeyú, barrio de Almagro. Casas chorizo, patios enormes, escenarios ideales para miles de juegos, aventuras, golpes, pelopinchos y otras yerbas.

Las casas de mis abuelos marcaron mi infancia. Mi abuelo paterno falleció un año antes que yo naciera, y desde que tengo memoria en la casa de mi abuela viven mis tíos junto con ella, con los años al poco de llegar mi hermana, llegó mi primo. Mis abuelos maternos hasta mis 5 años vivían en una casa enorme en Floresta, una casa bien antigua en donde mi abuela había pasado prácticamente toda su vida. Lo que más recuerdo era la enorme parra que conectaba los dos patios, de la cual me fascinaba colgarme a sacar las uvas chinche para después comerlas, también me acuerdo de la palmera enorme que había en el patio de atrás. Después, en una decisión que hoy todavía no entiendo, se mudaron a un minúsculo departamento de 2 ambientes en Parque Chacabuco, creo que a partir de ahí mis abuelos se volvieron viejitos más rápido.

La casa de almagro fue “la casa de la abuela” hasta hace 5 o 6 años atrás, cuando ya el deterioro hacía inminente una decisión trascendental: vender o invertir para arreglar. El terreno era enorme y como siempre vivía no sólo mi abuela sino también mis tíos y mi primo. En la parte de adelante de la casa, había un enorme local a la calle que desde siempre fue la ebanistería de mi abuelo, que desde que había fallecido sólo guardo sus herramientas, máquinas y restos de maderas, y con el correr de los años se convirtió en el “galpón” donde se guardaban muebles, viejos juguetes y cuanto restos de cosas no se querían tirar.

En la casa de mi almagro viví mis primeros 2 años, en la misma casa donde nació y vivió hasta casarse mi viejo, en cuyas veredas jugó al fútbol con los muchachos de la barra de la cuadra esquivando el tranvía que venía por Agrelo y se juntaban para ir todos juntos hasta el Gasómetro todos los domingos. Quizás por esto, y muchos otros recuerdos de todos los que vivimos en algún momento en esa casa, la decisión de la venta fue una bomba que sacudió nuestras fibras más íntimas.

Algunos fines de semana, cuando estoy con el rumbo perdido paso por floresta o por almagro. Más de una vez me he parado en la vereda y apoyado en esas puertas que me han visto crecer, tratando de recordar y que vuelvan a mí los recuerdos de mis primeros años. Y nunca falla… la vieja parra, la pelopincho con mi hermana y mi primo, la enorme palmera y mis abuelas baldeando los patios vuelven en segundos a mi mente.

martes, 14 de octubre de 2008

Don Antonio

No sé cómo explicar los recuerdos que vienen a mi mente, tal vez porque no sean fáciles de explicar, tal vez porque están plasmados en forma de imágenes, fotos, cosas que no tienen ni un antes ni un después, sólo ese momento grabado como una instantánea y sin secuencias.

Recuerdo salir de mi casa, por ese largo pasillo en el que al final veía una luz, como en las historias de Víctor Sueiro y su túnel con luz al final, pero acá era distinto, era un pasillo de un departamento, el de mi casa, el del fondo, y que al final y sin moverte de la puerta, solo veías la puerta de la calle y una luz que cegaba.

Nunca podías ver claramente quien estaba en la puerta de calle, o quien había tocado el timbre, y encima en mis ojos miopes, todo resultaba aun más complicado.

Recuerdo eso si, al salir, enfrente, apoyado en la pared, la figura de Don Antonio.

Quién no tiene en el barrio, un Don Antonio?

Una vez, hablando con mi amigo me contaba que en su infancia también había un Don Antonio, pero a diferencia del mío, este era un guapo. Un guapo de tango, de los de verdad. Y digo esto, porque mi generación, solo cree que los guapos y el lunfardo, nacieron de alguna letra de un tango.

Pero volviendo al tema, coincidíamos en la solemnidad que acarreaba el saludo a nuestros “Dones Antonios”.

Y si… por sobretodos las cosas, la buena educación.

 - Hola Don Antonio, y darle un beso.

- Chau Don Antonio, y volver a besarlo.

Sin embargo, mi amigo me contaba que su Don Antonio, vivía en el fondo de su casa. Casa chorizo donde se le alquilaba un cuarto a este personaje de su infancia.

Y claro… su Don Antonio, era un Taita hecho y derecho del barrio de Boedo.

Pero no nos desviemos nuevamente y volvamos al mío.

Este era italiano, y recuerdo que era alto y viejo.

También recuerdo que no le entendía mucho lo que hablaba y que mi mamá si le entendía, entonces al volver de hacer las compras, y luego de por supuesto saludarlo, yo me iba separando de a poquito de la conversación, esperando que sucediera algo más interesante que quedarme ahí parada mirándolo, para no perder la educación, obviamente, mientras hablaba sin entenderle. (porque no puedo dejar de recordar la mirada de mi mamá cada vez que daba pasitos hacia el costado… como para irme muy lejos!)

Pero Don Antonio, era cariñoso y siempre me agarraba la cara para saludarme.

Tenía los lentes de marcos negros, ojos con bolsas, una figura extraña y la boca chica.

Vestía siempre o casi siempre para no faltar a la verdad, aunque no lo recuerde, una camiseta musculosa blanca, un pantalón negro y ojotas con medias en invierno y sin ellas en verano, o vaya a saber qué.
Pero recuerdo que su pantalón negro, siempre tenía un cinturón ancho de hebilla plateada, que por asombroso que sea a los ojos de una niña, siempre le cerraba por arriba del ombligo.

No puedo recordar que sea un hombre gordo, pero si, grandote.

Eso mismo me recordaba a las vestimentas de mi tío Mario.

Quien vestía muy similar, aunque con ropa de algún que otro color.

Pantalón gris, celeste, o marrón, pero con su camiseta que a veces dejaba lucir en algún asado o sino dejaba traslucir bajo alguna camisa.

El Tío Mario, ahora que asocio, también era italiano.

Será que los italianos visten así?

Pero por supuesto, tío Mario, era más joven, aunque con el mismo estilo de cuerpo, pero más petiso.

O tal vez tío Mario, que lo sobrevivió a Don Antonio, me resultó menos grande, cuando yo fui creciendo.

Pero y por último, volviendo a Don Antonio, hubo un día que dejé de verlo.

Ese día fue cuando me mudé.

Si bien, volvía al barrio, no era diaria mi salida por el pasillo hacia la luz para verlo, así que de a poco se fue desvaneciendo esa imagen, como tantas imágenes se me fueron yendo de la memoria pasados los años de mi ida del barrio.

Un día, ya más grande, lo volví a ver.

No podía creerlo! Don Antonio estaba viejo, y como antes dije, si bien para mí siempre fue viejo, esta vez mi impacto fue mayor.

Estaba muy viejo. Más bajo, arrugadísimo y casi sin hablar.

Me apenó inmensamente verlo así, prefería recordarlo en mi niñez, y que siga con esa vejez que yo ya conocía, no con esta nueva.

Será que había sido desde joven como viejo y que la vejez verdadera lo encontró y se lo llevó de un arrebato?

Un día me enteré que se había muerto.

Como tantas muertes que viví de chiquita.

Cuando comentaba en el colegio que había ido a un velorio, mis compañeros estaban asombrados.

No podían creer que tuviera “tíos” que se mueran.

Un día le pregunté a mi mamá por qué se morían en mi familia y en la familia de mis amigos, no. Ella me explicó claramente que nuestra familia, era una familia de gente grande.

Donde mis abuelos, tenían hermanos grandes y que mi papá también grande, tenía a su vez, hermanos más grandes.

Claro, empecé a sacar cálculos y di por válida su respuesta.

 Yo era la menor de toda mi familia.

Yo, si… la menor de todas.

jueves, 9 de octubre de 2008

Este es un blog más, común y corriente, lo único que lo hará especial es el significado que los que escribimos en él le demos. Y esos somos dos, Amanda y el Tano. 
Una aclaración importante para aquellos que algún día lean esto, Amanda y el Tano no son pareja, no son novios, no son amantes. Ellos dicen que son amigos (aclaración 1: el Tano no cree en la amistad entre el hombre y la mujer, salvo en ciertas condiciones que quizás entre ellos estén dadas).
Para qué un nuevo blog? Creo que ni ellos lo saben, surgió en una trasnochada noche de sábado, vía MSN. Los temas a tratar no están definidos, la periodicidad de publicación mucho menos, hasta creo que es difícil asegurar la continuidad en el tiempo, pero este tipo de planteos son típicos de un ansioso como el Tano, un tipo que tiene que tener todo definido de antemano, que no se banca las intrigas ni las situaciones sin resolver, y que además le está costando adaptarse a un presente con muchos cambios... pero esto es otro tema.
La idea era dar el puntapié inicial y ahora esperar la respuesta de Amanda.