lunes, 19 de octubre de 2009

Indignado

Estoy sin ganas de escribir. Y pocas cosas al parecer me motivan para hacerlo… y hoy ocurrió una de ellas, una que sacó todo lo cabrón que tengo dentro.
Nunca participé en política, si llamamos participar a algo más que ir a votar religiosamente cada vez que se presentó oportunidad. Si intento encontrar algún motivo por el cual no lo haya hecho, me surgen muchos y a montones: porque no me siento representado por ningún partido, porque creo que para finalmente llegar a algo siempre se termina transando, porque creo que son siempre los mismos y nunca van cambiar y un sin números de etcéteras. Más allá de esto, argumento siempre que puedo y defiendo la postura de los que sostienen que no alcanza con sólo quejarse y que para cambiar las cosas hay que involucrarse.
En diciembre del 2001 era uno de los que puteaba a la cómoda clase media argentina que sólo agarraba las ollas para reclamar por sus ahorros congelados, pero que nunca fue capaz de hacerse oír ante atrocidades muchísimo más graves.
En el 2002 me quedé sin laburo durante largos seis meses, principalmente gracias al amigo Fernandito y su helicóptero, muchos años antes y sin consecuencias mayores a perder unas vacaciones, en el ’89 la familia entera sufrió el congelamiento del plazo fijo que financiaría los 15 días de vacaciones en Mar del Plata.
Nunca fui a una universidad pública, por lo que tampoco participé de las “charlas” de los distintos delegados paseándose por las aulas ni mucho menos fui miembro de las asambleas populares post-corralito.
Sin embargo, hoy a la mañana, el texto de un señor que ayer a la noche supongo que se sentó a escribir como le estoy haciendo yo en este mismo momento, me hizo plantearme que quizás este sea el momento en el que realmente tendré que hacer algo.
Subí al subte en la estación Carabobo, y por uno de esos guiños maravillosos del destino quedaba un asiento libre, y abandonado sobre la madera curtida de tantos años, un ejemplar del día de hoy del diario “El Argentino”. Hace algunos meses atrás había ojeado uno, y el tinte oficialista se notaba claramente, pero lejos estaba de ser la propaganda burda en el que se convirtió en la actualidad. Ya un tanto asqueado, llegué hasta la contratapa. Y ahí me encontré con esto que realmente no puedo calificar como nota. Lean por uds. mismos:
http://www.elargentino.com/nota-62359-La-paz-es-una-categoria-politica-de-los-pueblos.html
Realmente, este gobierno ya me sorprende por el nivel de corrupción que ha alcanzado. Tan grande es que ni se molestan en ocultarlo. Jamás pensé que iba a llegar a leer algo tan patéticamente burdo.
Me indignó.

jueves, 27 de agosto de 2009

Todos seremos así de fáciles?



Hoy volvía a mi casa en subte. En la línea A más precisamente. Si alguno tiene la maravillosa oportunidad de vivir esa aventura indescriptible de viajar en la línea más antigua de sudamérica, sabrá que en la hora pico los vagones salen completos desde Plaza de Mayo y es un incesante reventar de gente como mínimo hasta Plaza Once, ahí se libera un poco y podemos volver a respirar.
Esta tarde, con ese calorcito inesperado para la mayoría, todos andábamos con abrigos de más en las manos. En Once, por suerte, se vació bastante el vagón pero tan sólo para permitirnos estirar la distancia a nuestro compañero más próximo de 15 a 30 cm. en el cara a cara.
Aprovechando la marea que bajaba, me acomodé cerca de la puerta del lado que ya no hay estaciones para que no me jodan y me dispuse a terminar mi viaje hasta Acoyte. La misma intención tuvieron una chica y un muchacho. Chica: unos 25 años, medida bustial más que importante, como todas las mujeres en estos días, media en pelotas por el sorpresivo calor. Muchacho: unos 35 años aprox, gordito, barba de unos días, camisa de vestir desabrochada y pantalón de traje. Se pusieron a unos 20 cm. de mí porque no había mucho más lugar y siguieron su conversación.
La mina le relató la mitad de su vida: que había vivido 9 meses con el novio (tómese nota: novio) en San Luis, pero que no les fue bien con el negocio y se volvieron a un depto cerca de la casa de la madre, hasta que "nos peleamos y me volví a lo de mi vieja" (tómese nota: pelea). Después de esto le contó que se quería ir a vivir sola, pero que no se animaba, que no le gustaría compartir depto con una amiga porque a ella le gusta tener su libertad y no sé cuántas cosas más... en el mientras tanto, yo no podía dejar de mirar dos cosas: la cara del muchacho con sus gestos y lo que el muchacho intentaba disimular que miraba: las terribles gomas de la pendeja!!!
En un momento hasta casi largo una carcajada, porque el flaco se estaba zambullendo con los ojos en el escote... no daba más el pobre. La situación graciosa duró un largo rato más, el pobre pibe no metía bocadillo, y aprovechaba cada vez que creía que ella no lo miraba a los ojos para tirar una miradita más.
En Acoyte, la saluda con beso en la mejilla, le dice "ojalá que mi suegra haya bañado a los chicos ya" (tómese nota: suegra) y despide prometiéndole mañana ayudarla a buscar depto. cerca de su casa.
Bajamos los dos del vagón, el subte arranca siguiendo su camino con la chica pechocha, y mientras buscábamos la superficie mediante la escalera mecánica, el muchacho agarra su celular, marca unos números y alcancé a escuchar: "negro, no doy más... me vuelven loco esas tetas! mañana le tiro todos los perros!!!!"

jueves, 6 de agosto de 2009

3 cosas que odio

- La publicidad de Cablevisión en la que el gato habla. Por qué carajo el gato habla con acento francés???? La odio... es una boludez!

- Ir al centro un día de lluvia y encima tener que ponerme traje. A los que medimos 1.70 o menos se nos complica llevar paraguas y no matar a alguien y a la vez que tratamos de evitar que nos saquen un ojo.

- Que me llamen por teléfono cuando estoy viendo "Tratame bien"

sábado, 18 de julio de 2009

Acá estoy...

No estoy desaparecido, leo todos los blogs que me gustan y hasta he dejado algún que otro comentario.
Simplemente que no tengo nada que me den ganas de escribir.
La vida va bien, mi hija hermosa y creciendo, mis relaciones se estabilizan y hasta he cerrado un par de proyectos en el laburo que me están dando bastante tranquilidad.
Estoy de receso porcino en la facu y sólo tomando finales.
Por lo que... estoy bien.
Muchas gracias a todos los que preguntaron y mandaron mails.
Nos vemos dentro de poquito!

De paso, les dejo algo que hoy descubrí y me gustó muchísimo.

martes, 9 de junio de 2009

Otro tema…

Y finalmente sucedió. Sábado pasado a las 13 del mediodía. Cumpleaños de un año de la hija de un amigo en común. Mi amigo me llamó para pedirme por favor, que a pesar de toda la situación, hiciera el esfuerzo y vaya.

Reconozco que la idea me estuvo dando vueltas durante toda la semana, jugó muy a favor que el viernes mi hija durmió conmigo y eso ya me obligaba desde el vamos a llevarla al menos a ella hasta el salón.

Llegué puntual y no había casi nadie, empecé a saludar a los presentes y a la mayoría hacía mucho tiempo que no los veía. Llegó mi ex, sola. Fueron llegando más amigos en común, y hasta la prima de la mujer de mi amigo que hacía años que no veía y en nuestra adolescencia habíamos tenido algunos chisporroteos (merece otro post los diálogos con ella).

Y cuando ya estaba pensando que no iba a aparecer, que finalmente el que arrugaba era él. Apareció. Me agarró a mitad de camino caminando por el salón, y mi primera reacción fue darme vuelta y volver al pelotero. Me puse a jugar con mi hija. A los minutos apareció y saludó a todos, yo ni lo miraba, pasó por al lado mío y siguió de largo. Cuando terminó de saludar a todos, pasó por al lado y me tiró un “hola, Ale”, que contesté con un simple “hola”.

Iban pasando los minutos, el cumpleaños terminaba y era inevitable estar chequeando con la mirada dónde estaba o qué hacía. Y lo más increíble, a medida que pasaba el tiempo menos bronca sentía y más ganas de dar por terminado con todo esto tenía. Vino la torta, el canto del feliz cumpleaños y el evento se terminaba. Agarré a mi hija, empezamos a saludar a todos y él venía corriéndose cada vez que me acercaba a un grupo de gente.

Finalmente quedó solo en un costado de la puerta, me acerqué, le di un beso y le dijo “Chau, Ariel, nos vemos”.

Increíble la sensación de satisfacción que me dió todo, superar la situación, ser mucho más persona que él y además demostrarlo. Estoy feliz con el resultado. El domingo volví a ir a jugar al fútbol (a las 8AM… criminal). Este domingo es a las 11 pero voy a la cancha a ver al Ciclón contra el globito, sino iría nuevamente.

Creo que ya puedo dar por terminado el incidente, al menos de mi lado.

lunes, 1 de junio de 2009

01 - Compadre

A ella entre los amigos le decíamos "la del llamador nocturno", apodo que logró ganarse después de contarnos que estaba muerta con un pibe que sólo la usaba como última opción de sus noches de juerga. Casi todos los fines de semana, alrededor de las 4 de la mañana la llamaba para ver "qué estaba haciendo", de ahí se encontraban en alguna esquina, al telo y pernocte. Siempre la misma rutina. Está claro que por estas épocas Luciana no tenía una autoestima muy elevada.

Adrián siempre fue el centro del grupo, por varios motivos, pero principalmente por su aspecto físico: sus 2,02 metros hacían imposible que pasara desapercibido inclusive en cualquier concentración de gente. Él trabajaba en un call center al que fui como proveedor, en mis reiteradas visitas tenía que interactuar con los operadores, y con él era con quien más me jodía hacerlo. Era canchero, siempre dispuesto para el bardeo y además poco afecto al trabajo. Algunos años después, mientras deambulaba en uno de los primeros días de facultad por los pasillos, me lo crucé en la puerta de un aula, él también era ingresante y a partir de ese momento empezamos a cursar algunas materias juntos.

Cuando ya estábamos por terminar la carrera, nuestras reuniones para comer, salir, tomar algo eran habituales, se repetían 2 o 3 veces por semana. A esta altura yo ya era padre y esposo y él hacía poco tiempo había roto con su novia con la que convivía. Habíamos empezado a jugar un torneo de fútbol los sábados por la mañana, y un poco en broma y otro tanto para vernos, habíamos decidido juntarnos todos los viernes por las noches para "concentrar". Así fue inauguramos un espacio que denominamos "entregá a tu compañera de trabajo": la idea consistía en organizar alguna cena en casa de Adrián a la que concurriríamos los integrantes del equipo y turnándonos íbamos a ir llevando a compañeras de trabajo y amigas. Menos él, la mayoría estábamos o casados o de novios, pero la intención era sólo pasa ratos divertidos y no mucho más.

Me llegó el turno a mí, y después de algunas semanas de preparación, convoqué a mi compañerita de trabajo más linda junto con dos amigas. Nosotros éramos 5 y ellas eran 3, mi compañera y una amiga con su hermana. Nos divertimos mucho, tomamos bastante y quedamos en que lo repetíamos la próxima vez. Al viernes siguiene vinieron las 3 originales y le sumaron a la prima de las hermanas, que resultó ser Luciana. En el interín de estas semanas, Adrián había conocido a la madrina de mi hija y comenzado a verla, por lo que Luciana era una más de las que venían los viernes sólo para divertirnos. Adrían y mi comadre comenzaron a salir, al comienzo ella mucho más enganchada que él. Después se dieron una serie de encuentros y desencuentros que bien valen otro capítulo de esta historia, la cuestión es que al año y cuando ya las reuniones de "concentración" se habían acabado junto con la participación del equipo en el torneo, Adrián y Luciana comenzaron a salir.

A partir de este momento, la relación con Adrián cambió radicalmente. Mucho tiempo después, ya cansado de la situación, le consulté a qué se debió el abrupto cambio, y según sus palabras fue porque yo le hacía acordar a su ex.

Hace 2 semanas, Luciana y Adrián están conviviendo. Ella empieza el internado de su carrera de medicina, y él no para de hacer fuerza para que esta nueva convivencia sea la definitiva. En el medio cambió costumbres, opiniones, y hasta me animo a decir, amigos.

miércoles, 27 de mayo de 2009

El primer paso

Ayer estuve despierto casi hasta las 3 de la mañana dando vueltas en la cama, síntoma inequívoco de cuando algo me tiene mal. Normalmente es esto o enfermarme. Definitivamente prefiero el insomnio.

Y uno de los temas que más se repetían, era el del post anterior. Y creo que al menos esta vez, el insomnio sirvió para algo. He tomado una decisión.

Voy a hacer mi vida como si nada hubiera pasado, al parecer, de todo lo que intenté esto es lo último que me ha faltado. Qué significa hacer mi vida como si nada? Bueno, en este caso, significa volver a ir a jugar al fútbol, volver a los cumpleaños de amigos en común, y volver a todas las cosas que pienso que estoy perdiendo por esta persona o la situación que este individuo generó.

Seguramente no será fácil para nada, no tengo dudas. Pero el próximo domingo iré a jugar al fútbol (con mi panza incorporada) y volveré a hacer algo que disfruto mucho y que desde hace 2 meses no hago. Estoy ya tenso y hasta algo incómodo por ese momento que sé que voy a tener que vivir, y me hincha las pelotas terminar siendo yo el que da el primer paso, pero decidí que es muy injusto para conmigo seguir perdiendome cosas cuando acá yo no hice nada malo.

Veremos cómo resulta... espero que bien. Y sino, alguien se va a comer una mano...

sábado, 23 de mayo de 2009

Otra vez sopa...

Estoy laburando como hace mucho no tenía que hacerlo, reuniones, propuestas, viajes, por ahora no se ve reflejado en un manguito más para el bolsillo, pero apuesto a que pronto eso en particular cambie.
Como puse en los anteriores comentarios, estoy con algunos temitas complicados, y no son de laburo.
Para los que recuerdan el comienzo de este blog (sino vayan al comienzo de esta hisorieta http://contameunaquenosepa.blogspot.com/2008/10/friends.html ) les cuento que el temita está volviendo a ser algo de todos los días.
Resulta que mi ex-amigo, el que se había ido a vivir a México, sin fecha siquiera probable de regreso, entre gripe porcina y algunos otros temas, le dijeron que mejor traslade su puesto regional a Bs.As. En consecuencia, si bien mi ex-mujer ya le dijo que todo bien, pero mejor siguen siendo amigos, ahora al acortar las distancias de 15000km a 15 cuadras, las situaciones son otras.
Y realmente me tiene casi sin cuidado lo que puedan hacer o dejar de hacer ellos dos por su lado, lo que me tiene los huevos soberanamente al plato es que el pibe volvió a Bs.As. y sigue haciendo su vida como si nada hubiera pasado.
Volvió a ir a jugar al fúbtol (después de prácticamente un año) como si nunca se hubiera ido, y desde ese momento, y para no cruzarmelo yo he dejado de ir.
Hoy sábado es el cumpleaños de un amigo en común, y ya decidí no ir para no cruzarmelo.
Seguramente uds. me dirán que el que está en falta es él y que yo no debería cambiar mi rutina por el tipo este. Pero también es cierto que a mí me cuesta mucho cruzarmelo y no me resulta para nada cómodo, sobre todo porque hará casi 6 meses que no volvimos a hablar y mucho menos vernos.
Me parte la cabeza que todos sigan igual como si nada hubiera pasado, y él sigue en la postura que no hizo nada malo ni equivocado.
De verdad este tema me tiene enquilombado y muy enroscado conmigo, mis amigos y la postura de todos frente a esta cuestión.
Se aceptan sugerencias...

viernes, 15 de mayo de 2009

miércoles, 13 de mayo de 2009

El Tano y Pamela David

Hace justo una semana tuve que viajar a Córdoba por trabajo. Ida y vuelta en el día. Llegar, hacer una presentación para un posible nuevo cliente, cruzarse todo Córdoba para ir a otro cliente, otra reunión y volver para tomar el avión de vuelta.

Viajé con uno de los chicos que trabaja en preventa, que cariñosamente llamó “gordito” porque es más petiso que yo y pesa casi 100 kilos. Con el gordito tenemos un duelo a muerte en el ping-pong de la oficina. Empezamos a jugar a los pocos días que ingresó, y como tenía un nivel casi tan pedorro como el mío, los partidos eran disputados y parejos. Al principio llevábamos la cuenta de los partidos ganados por uno y por otro, pero en los últimos 3 meses hemos jugado tantos partidos que ya decidimos solamente contabilizar la diferencia. Al día de hoy, estoy abajo por 2 partidos.

Me pasó a buscar por mi casa con un remise a las 6 de la mañana, el remisero tenía un auto que no entiendo cómo llegaron desde Montegrande a Caballito, y lo peor o más gracioso, es que apenas conocía las principales avenidas de capital, por lo que tuvimos que guiarlo calle a calle y curva a curva para poder llegar al aeroparque.

A las 7.30 embarcamos, y nos dispusimos a buscar nuestros asientos. Y acá comenzó mi descubrimiento de las habilidades del gordito fuera del ámbito de la oficina. Subimos al avión y teníamos la fila 4, ventanilla para él y asiento del medio para mí. En el asiento del pasillo ya estaba sentada una señorita, muy bonita por cierto. Nos acercamos, y el gordito, sin darle tiempo a nada, tira la mochila por arriba de la cabeza y empieza a pasar entre el respaldo del asiento de adelante y la chica sentada. Entre su abultado abdomen y el poquísimo espacio que hay entre filas, terminó pasándole toda su voluminosa humanidad casi encima. La cara de la chica fue indescriptible. Para diferenciarme un poquito, le pedí si podía levantarse para dejarme pasar más cómodo para los dos. Cuando logro sentarme y acomodarme, este impresentable que naturalmente tiene un vozarrón, me dice: “che! está buena la minita eh!". Lo mejor de todo, es que como se dio cuenta que me pone incómodo por demás este tipo de situaciones, se la pasó todo el viaje haciendo comentarios de este estilo a los gritos.

LLegamos a Córdoba. Taxi hacia el centro. Desayuno rápido para hacer tiempo hasta que se haga la hora de la reunión. Y habíamos caminado 3 cuadras y ya me había enamorado 5 veces de distintas cordobesas. Subimos al cliente y la recepcionista era una bomba. Dimos la presentación, nos fue muy bien. Salimos a almorzar algo rápido y me enamoré 5 o 6 veces más.

La reunión de la tarde, otro taxi hasta el aeropuerto, y a esperar el embarque. Y lo mejor de todo…

Estamos subiendo al avión, teníamos fila 3. El gordito seguía vociferando ya descontrolado a los 4 vientos lo que le parecía cada cordobesa que nos cruzábamos, hasta que… estamos entrando al avión y veo en el primer asiento a una morocha que la rompía, 3 segundos después cuando mi cerebro puso a funcionar las 3 neuronas, me doy cuenta que la morocha era Pamela David. Apenas la reconocí, lo miro al gordito… y sí… ya era tarde. Me mira, la mira, me mira, la vuelve a mirar… “MIRAAAAA!!!! PAMELAAAAA DAVIDDDDDD”. Creo que muy pocas veces pasé tanta vergüenza, la miro como pidiéndole disculpas por tener un compañero tan burdo, y la mina se estaba cagando de la risa.

Nos sentamos tan sólo una fila detrás de Pamela, después que volvió a pasarle el culo por la cara a otra chica que no fue lo suficientemente rápida para pararse para dejarlo pasar, y tuve uno hora y veinte de comentarios a todo volumen sobre lo buena que estaba Pamela.

sábado, 9 de mayo de 2009

Fecha de vencimiento

Ya tenía una idea sobre qué iba a hacer el próximo post. Desde que entré al laburo no me había tocado viajar más allá del conurbano bonaerense, pero en menos de un mes me fui a Houston y dos semanas después me salió un viaje (ida y vuelta en el día, aclaro) a Córdoba. De más pendejo no me copaba mucho viajar, pero ahora lo disfruto a pleno. Este último viaje iba a ser el motivo de mi post.

Pero todo cambia... y al parecer todo vence. Y más allá que me tengo que poner a cocinar algo para usar la crema de 500 cm3 que compré en Jumbo hace 10 días y todavía no usé y se vence mañana, creo que hay otra cosa que está próxima a su fecha de vencimiento y me va a costar bastante más resolverlo: y esa cosa es mi relación de pareja.

Cuando me separé de mi ex-mujer tuve que afrontar con horas de terapia y bastante angustia la idea que existen muy pocas cosas en esta tierra que son para siempre. En mi caso, esas cosas se reducen a mi familia de sangre (papá, mamá, hermana, hija, sobrina) y el amor por el Ciclón. Creo que todo el resto hoy está, y mañana no. 

Pero al poco tiempo de terminar mi relación de 15 años con mi ex-mujer, justo la mitad de mi vida en esos momentos, comencé otra relación con mi actual pareja. Imaginen que en ese contexto ninguna relación era fácil. El tipo sólo conocía una forma de estar "de novio" y ella conocía unas cuantas más pero desconocía cómo era tener una familia política y, sobre todo, una "hija de mi novio". Pasaron los días, luego los meses, y tuvimos nuestras ideas y vueltas. Después de un comienzo bastante flojo, las cosas se estabilizaron. Si había algo que incluía este cóctel era pasión, mucha pasión. Y como todos sabemos, la pasión es un combustible inestable... nos dará grandes momentos, pero también grandes peleas. 

Hoy siento que me queda poquito de ese combustible en el tanque, que me cuesta mucho planificar hacia adelante, que lo me imagino es muy distinto a lo que me gustaría ver. Es una buena mina? Estoy convencido que sí. Es una buena pareja? Al menos conmigo siempre lo ha sido. Qué carajo le falta? si lo supiera podría plantearlo... no sé qué es... pero sé que hay algo que siento que nos falta a los dos para seguir.

Dicen que siempre es mejor terminar las cosas a tiempo que esperar a que el tiempo haga su desgastante trabajo. Lo único que se requiere es valor y tener las cosas claras.

lunes, 4 de mayo de 2009

Viaje a Houston – Last day

Resaca horrible. Me acosté sin poner el despertador con el ánimo de despertarme al mediodía. No me importaba el curso, mi cumpleaños, la gente de la empresa, no me importaba nada.

La culpa, que he descubierto que me maneja mucho más de lo que pensaba, me hizo abrir los ojos solo a las 6.45, y no conforme con eso, me carcomió mi embriagado cerebro hasta que no resistí más y luego de una duchita rápida estaba buscando algo que asentara mi estómago mal trecho.

Al parecer, mi huida con la cordobesa del bar no fue tan sigilosa como había creído y estaban todos pendientes de cómo había terminado. Y digamos que la cosa sólo podía empeorar…

Apenas pasado el mediodía me llega un sms a mi celular (que no recuerdo haberle dado el número en ningún momento) preguntándome si me podía dejar algo en recepción. Lo primero que pensé fue que quería dejarme algún paquete para que traiga a su familia en Argentina, pero lejos estaba de eso.

Cuando fui a la habitación tenía un mensaje de la conserjería que me notificaba que tenía una torta de cumpleaños que me habían dejado en recepción. No podía creerlo. La llamé al celular, pero me atendió el contestador, le dejé un mensaje agradeciéndole el gesto.

Obviamente cuando bajé a buscar la torta y tuve que hacer el camino de regreso, como no podía ser de otra manera, me crucé con todos los que me podía cruzar, y es el día de hoy (ya pasaron 10 días) que me siguen gastando y preguntándome qué es lo que le hice a la pobre chica para que queda tan agradecida.

Ese jueves por la noche, salimos a cenar a un restaurant japonés y al otro día ya arranqué la vuelta hacia Buenos Aires.

Se acabó la seguidilla del viaje… ahora voy a tener que pensar sobre qué corno posteo los próximos días!!!

Se aceptan sugerencias…

miércoles, 29 de abril de 2009

Viaje a Houston - Día 4

(la cordobesa es la de la izquierda, las otras dos desconocidas)

Ya pasó la mitad del evento-curso, me las vengo arreglando bastante bien con el inglés pero se empiezan a hacer sentir las jornadas de 8 a 18 con apenas algunos breaks de 15 minutos y una hora por reloj para almorzar.
Me doy ánimo pensando que tan sólo quedan dos días cómo los que ya pasé y voy a tener medio día libre antes de volverme. Todavía me quedan algunas cosas por comprar. 
Al otro día, el jueves 23, es mi cumpleaños. Estoy dudando en decirles a los chicos argentinos que son de la empresa que organiza el evento porque me da verguenza que se les ocurra decir algo y me hagan pasar un papelón adelante de 600 tipos que no conozco. Depende cómo venga la situación decidiré si lo cuento o no.
El curso se desarrolla con total normalidad, nos hacen hacer algunos trabajos en grupo que le agregan un poquito de dinámica y se pasa el tiempo un poco más rápido. Me presentan a una chica que labura para la empresa en México, es bastante tímida pero pegamos algo de buena onda y charlamos un rato en los breaks y en la merienda.
Hoy a la noche tenemos la cena de despedida generalizada, vamos todos los asistentes a un lugar que se llama "Armadillo's Palace" para degustar la más típica comida texana. Sé que va a correr el alcohol y que a partir de las 12 de la noche ya es mi cumple, así que me baño en perfume, me pongo una camisa que me gusta y salgo dispuesto a divertirme.
Mientras esperamos a uno de los 5 micros que hace el recorrido circular "hotel - Armadillo's Palace" (http://www.thearmadillopalace.com/) me pongo a charlar en grupo nuevamente con la mexicana. Se llama Elizabeth, pero me dice que todos le dicen Liz.
Llega el micro, empezamos a subir. Subo entre los primeros sin dejar de relojear los movimientos de la señorita Liz. Elijo la segunda fila de asientos y me siento del lado de la ventanilla, atrás mío está la chica de Argentina que se encarga de todos los partners de latinoamérica y un par de conocidos más.
Sube Liz al micro, le clavo la mirada, me ubica, mira para los asientos de atrás... y pasa por al lado mío con rumbo al fondo. Se frena y le dice a la chica del asiento de atrás: "Vero, me siento aquí adelante". Viene y se me sienta al lado.
No sé si será que estoy fuera de las pistas, que me sobra la confianza, que ya había pasado casi una semana sin sexo o qué... pero en ese momento sentí que tenía que apuntar todos los cañones a la señorita que tenía al lado.
Ojo! si me preguntan si tenía intenciones que algo pase, creo que no realmente. Simplemente me planteaba como algo divertido y en lo que pasar el tiempo estar charlando con esta chica y entrar en el siempre divertido juego del histeriqueo mutuo.
Fuimos charlando todo el viaje de 10 o 15 minutos hasta el restaurant. Llegamos y en un rapidísimo movimiento mi nueva amiga Liz se escabulle.
El lugar era el típico bar que vemos en las películas, en un momento estaba esperando el show a lo Coyote Ugly porque había un par de camareras que LA ROMPIAN!!!
Como la típica barbacoa texana, me clavo las dos cervezas que eran invitación de la empresa y vuelvo a la carga.
Encuentro a mi amiga mexicana, me le siento al lado y empiezo a tirar con el arsenal completo. Con quién vivís, cómo que no tenés novio, por qué estás sola, todos los hombres mexicanos son ciegos, no lo puedo creer, etc, etc, etc. La charla pasaba de forma fluída y el tiempo transcurría, cuando nos dimos cuenta éramos los únicos que quedábamos en el bar. Intenté el tiro del final pero no tuve suerte. Decidimos ir al sector descubierto donde todavía quedaban algunos borrachos. Había pasado media noche y recién eran las 22.30.
Decidí que ya había invertido demasiado tiempo con esta chica, y me dió toda la sensación que por más que tuviera onda, no iba a hacer absolutamente nada adelante de sus compañeros de empresa.
Estaba con unos chicos de Perú, Panamá y otros de Puerto Rico cuando se nos acercó una de las camareras con una bandeja repleta de shots de tequila. Era una ronda gratis a cargo de la empresa. Cuando se acercó nos escuchó nos escuchó hablar en español, y nos tiró con una tonada cordobesa inconfundible: "y uds. de dooooonde son?"
Como era el único argentino del grupo, se puso a charlar conmigo. Le pregunté si no tenían fernet y me dijo que no pero que había un bar a la vuelta que sí tenía, y que me iba a conseguir algo parecido que tenían ellos. Volvió al rato con un vaso con un líquido de color naranja y dijo que era como el fernet con speed. Era inmundo, y lo único que tenía parecido al fernet era el contenido alcohólico. Me preguntó si me gustaba y mi respuesta fue contundente: es inmundo. Me dice: "bueno culeao, decime qué querés... lo que quieras". La miré a los ojos y le sonreí, y me dice: "para tomar..." Ahí empezó una seguidilla de Ron sabor a limón con hielo y algo más que no me acuerdo. El primero la acompañé a la barra para elegirlo, y después veía donde me veía del bar se me acercaba con un vaso lleno. Así creo que fueron 4 o 5. A esta altura, y después de 2 coronas, una budweiser, un shot de tequila y 4 o 5 ron con algo estaba entonadísimo. 
La mexicana después del shot de tequila se había ido (supuestamente) hasta un shopping porque necesitaba comprarse algo más. No sé si cuando me lo dijo fue una indirecta para que le diga de acompañarla y dormí o realmente quería salir huyendo de al lado mío.
Cuestión que a esta altura ya estaba tiroteando a todas las meseras, la cordobesa se cagaba de la risa y me traía más y más tragos. En un momento, como a las 12 de la noche me dice que si quería me llevaba al bar que estaba cerca donde tenía fernet. Le acepto la invitación y me dice que la espere que va a hacer el cierre. Al toque vuelve y me dice que una de las compañeritas también quería venir... si si si... hoy me salen todas... la rubiecita que había estado tiroteando a la distancia se suma.
Nos vamos en la camioneta de la cordobesa, era sólo hacer dos cuadras. Llegamos al bar y estaba muy bueno, o al menos con el pedo que tenía así lo parecía. Me pedí un mojito, y luego otro. Les conté a las chicas que en ese preciso instante estaba cumpliendo 33 años. La yanqui (la rubiecita) entendía perfecto castellano pero le daba verguenza hablarlo.
Yo tenía un pedo tal, que ya me sentía Shakespare y le tiraba frases incomprensibles mitad en inglés y mitad en castellano.
A esta altura de la noche no sabía si la cordobesa me tenía ganas o era imaginación mía, y no me daba para apurarla con todo a la yanqui adelante de ella.
En un momento decidí que como buen caballero, debía pagar mis tragos y los de mis acompañantes. En eso viene la cordobesa con 3 shots de whisky para que festejos mis cumpleaños. Y eso fue el acabose. Se me apagó la luz. Me quise levantar para pagar la cuenta y caminé 300 metros en zig-zag cuando la caja estaba a 30 metros en línea recta.
Como pude volví a la mesa, y haciendo gala de una conciencia única para el estado, le dije a la cordobesa: "no sé cómo... pero necesito volver al hotel ahora mismo".
Se apiadó de mí, me despedí de amor imposible yanqui, y me fui en la camioneta con la cordobesa.
Llegamos al hotel, le dije que me había encantado conocerla y la onda que le había puesto, le agradecí por festejar el cumpleaños conmigo, semi-abrazito, beso en la mejilla de rigor y a intentar llegar a la habitación.

Continuará...

lunes, 27 de abril de 2009

Viaje a Houston – Día 3

Segundo día a las 6 de la mañana arriba. Hoy nos dividían en grupo y había que empezar a poner la cara realmente.

Desayuno rapidito y a los cursos. Todo el día encerrado en un salón, no mucho para contar más allá que empezamos a identificar a ciertos prospectos interesantes (mujeres desde ya).

A la noche, bah… a la tardecita, teníamos cena con la gente de la empresa que se encarga de manejar los partners. Todos a comer al mismo restaurant italiano que habíamos ido el domingo.

Muchas culturas, muchas experiencias distintas, un rato de charla amigable y nos fuimos a dar una última vuelta al shopping con un panameño para ver si llegabas a encontrar algo a buen precio en Banana Republic. El shopping estaba cerrando y nos terminaron prácticamente echando.

Mi sentido de la orientación falló por completo y salimos en la otra punta del shopping, perdidísimos. Gracias a Dios por los GPS incorporados en los celulares!!! Creo que si no fuera por esto todavía estábamos tratando de encontrar el hotel.

Un día muy tranquilo pero extremadamente cansador. El miércoles prometía ser un poco más activo.

Continuará…