martes, 24 de febrero de 2009

El primer premio

En mi breve vida bloggeril (menos de 1 año) me acaban de premiar por primera vez, y quizás porque sea el primero y otro tanto porque me gustó recibirlo, voy a hacer todas las cosas tal cual me han indicado. Acá va.

El premio lo recibí de Cyllian y este es el susodicho:

Y las instrucciones indican que se lo tengo que pasar a 7 personas, estos son mis elegidos:

Fulana

Maruh

Mery Swanson

Tucumala

Lolita

Blonda

Opinóloga

Y por último debo contar 7 cosas extrañas / raras / diferentes sobre mí, acá van:

  1. No soporto los períodos de estabilidad, si estoy en un momento en el que estoy bien en el trabajo, con el amor, con mi familia, etc, etc… me aburro. No lo puedo evitar. Necesito quilombos.
  2. Me gusta mucho leer, pero sólo best-sellers. Nunca libros de autoayuda y me cuesta horrores leer cosas de trabajo o para la facultad, pero no puedo evitar los libros de suspenso.
  3. Me matan las rubias de ojos claros, pero todas mis novias anteriores fueron morochas y de ojos marrones.
  4. Así como tengo que tener siempre un objetivo por delante, en la mayoría de los casos no pude terminar las cosas que empiezo (y no estoy hablando de mi matrimonio solamente): clases de guitarra, natación, gimnasio (en reiteradas ocasiones), clases de inglés, etc, etc, etc. Un inconstante muy constante.
  5. Me encanta César “Banana” Pueyrredón y tengo varios discos de Eddie Sierra.
  6. Me gusta mucho laburar en el área de ventas, pero odio hablar por teléfono con la gente y tener que buscar entrevistas con gente que no conozco.
  7. Me calientan la gran mayoría de las madres de las compañeritas de mi hija del jardín.

viernes, 20 de febrero de 2009

La presión de la presencia

Escenario: baño de la oficina. Descripción: dos mingitorios (no entiendo por qué la n antes de la g, toda la vida lo pronuncié como “migitorio” pero el corrector ortográfico insiste con la “n”), y dos cubículos (nunca más apropiada la palabra) con inodoros. Para los fanáticos aclaro: sin bidets.

Situación: uno haciendo pichín en los mingitorios y entra un compañero de laburo al baño y se dirige a unos de los cubículos. Y ahí comienza el tema.

Me pongo en la situación de esa persona, porque más de una vez lo he estado, y uno entra al baño con la presión que el de afuera te vió entrar, sabe quién sos y va a estar pendiente de todos tus “sonidos”. Más de una vez, sabiendo quién estaba del otro lado, al escuchar los típicos sonidos no he podido evitar deslizar frases del estilo “che, pero eso sonó a roto eh!”.

O mucho peor, entrar al baño, que haya otra persona y que tu organismo no pueda dejar de anunciar a los 4 vientos que la comida de anoche definitivamente no le hizo bien a tu estómago. Son situaciones que, al menos a mí, me resultan incómodas. Lo que no quita, que absolutamente todas las tardes después de almorzar, agarre mi telefonito y me dirija hacia los cubículos a pasar entre 25 y 30 minutos meditando acerca de mis tareas urgentes mientras mi cuerpo se relaja.

Y ya en mi casa, acompaño el ritual pero con algún libro que esté leyendo y en casos que planifique una estadía un poco más prolongada me llevo la notebook. Y ahí si… en mi casa no hay sonido que me meta presión, por ahora los vecinos no se han quejado (pero el inodoro en 2 semanas ya se me tapó dos veces!!!)

miércoles, 18 de febrero de 2009

Galgueando

Pese a las recomendaciones de todos y hasta las de mi propia experiencia estoy galgueando a mi compañera de laburo. Y teniendo buenas respuestas.

Ayer, para no seguir dándome manija y perder el tiempo con algo que quizás a futuro no prospere, le fui bastante directo. Y obtuve la siguiente respuesta:

“Esta todo más que bien, pero no quiero nada acá adentro. Es para quilombo que pase algo con alguien de la oficina, así que mientras pueda prefiero evitarlo. No es que no tenga onda con vos, simplemente que prefiero evitar cualquier cosa con compañeros de laburo”.

Por un lado, me cebó muchísimo más saber que hay onda del otro lado, y por otra parte vuelve a repetirse el lema de “donde se come no se caga”.

Será a comerla o a cagarla entonces!!!

martes, 17 de febrero de 2009

El efecto oficina

Ya estoy acomodado y planeando fiesta de inauguración del depto. Finalmente le estoy encontrando muchas más ventajas de las que en un primer momento me imaginaba. Estoy muy contento.

Con la susodicha las cosas están ahí. Es increíble la facilidad que tenemos para engranar y terminar haciendo de cualquier boludez una cuestión de vida o muerte. Los dos somos muy orgullosos y tercos, una muy mala combinación para cualquier relación.

Pero el tema que nos trae hasta aquí es otro, y yo hace unos cuantos años lo he bautizado como “efecto oficina”. El efecto oficina consiste en el efecto que tiene el paso del tiempo en un reducto determinado con la misma gente. Por suerte, por ahora en mi caso sólo se reduce a personal femenino. Y en mi oficina el efecto se potencia por una simple razón: hay sólo dos mujeres, la recepcionista/secretaria/RRHH y una chica del área técnica. Esta última no reviste mayores comentarios, a no ser que esté alcoholizado y venga en un período de abstinencia violento. Pero con la señorita de la recepción… la historia es distinta.

Es tal cual como a mí me gustan las mujeres: chiquita, rubia, buenas curvas, flaquita. Además le pone onda y siempre se puede hablar de algo con ella. Vive cerca de casa por lo que más de una vez compartimos el viaje de regreso en subte. Si señores… problemas a la vista.

Y hablando de vistas, esta es mi visión cuando giro la cabeza desde mi escritorio.

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jueves, 12 de febrero de 2009

Mudado y...

No fue nada fácil, para nada... pero tampoco fue tan terrible como todo el mundo me decía. Terminé destruído. El lunes a las 3 de la tarde, cuando todavía estaba rodeado de canastos y cajas por doquier, me tiré en el piso de mi nuevo living y suspiré. Finalmente estaba en mi nueva casa, y a diferencia de la anterior, la gran diferencia es que esta me gusta. 
La anterior fue mi "casa de separado", el lugar que me consiguió un amigo de gauchada yéndose antes él de su alquiler y dejándome a mí mudarme a las 2 semanas de haberme ido de "mi casa". Quizás un poco por eso, sumado a la hermosa vista al pulmón del edificio (que debe ser muy fumador el edificio, porque era un pulmón bien oscuro), que la habitación tenía la habilidad de no bajar nunca de 30 grados en verano y no subir a más de 15 en invierno... no sé... cualidades que hacían que odiara a mi ex-depto y que por tal motivo nunca invitaba a nadie. Sin contar que el 5 de junio del 2007, a pocos meses de haberme mudado, por una falla en el calefón me intoxiqué con monóxido de carbono y casi me muero, pero esa es historia para otro post.
Volvamos a mi nuevo hogar. Estoy felíz, es luminoso, fresco, un piso alto, vista abierta, balcón para desayunar o cenar bajo las estrellas, una cocina con muebles nuevos, habitación enorme con aire acondicionado, el cuarto tan esperado para la peque... estoy muy contento.
Como muchas veces en situaciones similares, dentro de una pareja este tipo de acontecimientos disparan reacciones, expectativas y planteos. En mi caso, no fue la excepción.
El lunes me mudé y hoy fue el cumpleaños nro. 4 de mi hija. Dos situaciones complicadas en cualquier pareja de padre separado. La mudanza despierta planes y expectativas. El festejo de cumpleaños marca lugares y roles.
Al parecer, para mi chica, mis planes, expectativas, lugares y roles que le doy no alcanzan. O simplemente son los incorrectos.
Tuvimos, nuevamente, una de esas charlas. Nuevos viejos reclamos y otra vez esa sensación de tener que poner todo en la balanza y decidir si todavía el saldo es positivo o no.

viernes, 6 de febrero de 2009

Todo concluye al fin...


Finalmente sucedió, después de más idas y vueltas que el pase de Fabbiani a River, ya tengo nuevo departamento.

El dueño resultó ser un paranoico insoportable que leyó el contrato de punta a punta y se encargó de resaltar hasta si una coma estaba fuera de lugar, llegado un punto lo único que quería era firmar y que se dejara de molestar.

A partir de ahora empieza el embalaje, lunes mudanza y… hogar dulce hogar.

jueves, 5 de febrero de 2009

El mail que cambió la historia…

Andrea / Pedro,

Perdón que los moleste con este tema cuando sé que uds. están en plena mudanza y viaje a otro país. Realmente entiendo sus temores acerca de alquiler su casa a un desconocido, intento ponerme en el lugar de uds y aceptar sus dudas. Por mi parte, sólo puedo asegurarles que soy una persona de bien, mi mayor crimen es estar separado y por tal motivo verme obligado a alquilar un departamento para vivir. Tengo un hermoso departamento de 3 ambientes en el barrio de caballito en el cual viven mi ex–mujer y mi hija, tengo un muy buen trabajo y, lo más importante, una muy buena familia. Sé que esto para uds. no es más que un mail de un desconocido, pero no tengo otra forma de demostrarles esto más allá de ser absolutamente sincero.

Espero que puedan entenderme y facilitarme, dentro de sus posibilidades, el tema de mudanza. Tanto mi hija como yo ya estábamos muy ilusionados con la idea de vivir en el departamento de uds. y su habitación toda pintada de rosa con ventilador de techo también rosa.

Ojalá la próxima vez que nos veamos sea para firmar el contrato, les puedo asegurar que no van a tener ningún inconveniente de ninguna índole conmigo como inquilino.

Muchas gracias por leerme y espero que nos veamos este viernes.

miércoles, 4 de febrero de 2009

lunes, 2 de febrero de 2009

Rindiendo cuentas de mis cuentas

Cuando todo parecía encaminado y la vorágine de la mudanza se sentía ya muy próxima, viví una de esas situaciones de “por primera vez en mi vida” a las que en los últimos años me he tenido que acostumbrar.

Viví con mis viejos hasta que me casé (a la distancia: grave error, gravísimo), estuve casado 5 años, y cuando decidí dejar “mi casa” pasé unas interminables 2 semanas en la casa de mis viejos y de ahí, a través de uno de mis mejores amigos, conseguí un depto. para alquilar de dueño directo. Me pidieron algunos recibos de sueldos, una garantía y adentro.

En estas últimas semanas emprendí el maravilloso viaje por “alquilando por primera vez en tu vida en la Argentina”. Resulta ser que gracias al inexistente crédito, a la situación económica, a las crisis varias (campo, mundial, burbujas, commodities, etc) hoy en día está muy requerido el alquiler en la ciudad de Buenos Aires. Simple regla de mercado: cuando la demanda supera a la oferta, aumentan los precios de los bienes demandados. Axioma porteño: si hay mucha gente queriendo alquilar y pocos inmuebles, pido cualquier cosa y exijo lo que se me antoje, total alguno va a caer.

Y ahí cayó el Tanito, virgen en las vicisitudes del inquilino, y con toda su buena voluntad. Garantía de Capital Federal de familiar directo, OK. Recibos de sueldo de los últimos 6 meses, OK. Contrato de alquiler anterior, OK. Informes comerciales… OK?

Hace unos meses los amigos del HSBC empezaron a cobrarme el mantenimiento de mis cuentas, cuando antes no lo hacían por estar dentro del plan sueldo. El primer mes llamé para reclamar y me dijeron que debía ser un error y que lo iban a solucionar. Al 2do mes lo mismo, al tercer mes ya llamé muy caliente. Al cuarto mes decidí ir a la sucursal. Ahí me explicaron que era correcto el cobro de la comisión porque mi empresa actual no tiene un convenio de plan sueldo y que debía pagar los mantenimientos adeudados. Luego de un breve intercambio de opiniones me fui de la sucursal con la promesa que iban a hablar con el gerente de la misma y afirmando que no pensaba pagar ese dinero. Al mes siguiente me empezaron a llamar de Gestión de Morosos, les expliqué toda la situación y me pidieron disculpas por el error.

El viernes pasado iba a firmar mi primer contrato de alquiler a través de inmobiliaria. Llamé el jueves para coordinar el horario y me dijeron que había un “pequeño problema”. Al parecer, en mi informe comercial salía que tenía una deuda en categoría 3 del BCRA (deuda con problemas) por 2000 pesos, y que seguramente cuando le pasaran el informe al propietario este no iba a querer firmar el contrato.

Pasé por la incredulidad, después por el asombro, después por la bronca y finalmente por el odio extremo. El viernes a primera hora me fui al banco, charlé con el mismo oficial de cuentas que unos meses atrás y me confirmó que no había nada que hacer. Que pagaba esos 152,47 de mantenimiento de mi cuenta corriente o iba a seguir figurando en el Veraz. Así que como un boludo, terminé pagando por algo que jamás usé y me fui a la inmobiliaria para aclarar la situación.

Y acá viví otra experiencia reveladora, tuve que soportar que me pregunten: “y vos te endeudas mucho?”, “por qué habías sacado ese préstamos?”, “acá figura que gastas mucho con la tarjeta de crédito” y algunas otras frases hasta que me saltó la térmica y terminé en un acalorado monólogo acerca de la hombría de bien, las leyes y obligaciones de locador y locatario, la intromisión a la vida financiera privada y los alcances en la firma de un contrato entre partes.

En conclusión: hoy le envié toda la información a la inmobiliaria para que se la faciliten a los dueños y que ellos “evalúen” si quieren o no firmar contrato conmigo. Según esta buena gente, está todo bien y estaríamos firmando contrato el viernes. De ser así, el sábado me mudo. Sino… alguien tiene algún depto de 3 ambientes por caballito para alquilar???