lunes, 29 de diciembre de 2008

Horóscopo

Anteúltimo día de trabajo. Durante casi toda mi vida de adulto (pongámosle de los 15 en adelante) llegada esta época del año alguien se encargaba, a veces en broma o a veces en serio, de sugerirme que haga un análisis del año que terminaba. Esta vez, casualidad o no, faltando dos días nadie lo ha hecho, y para no perder la costumbre, y teniendo en cuenta que siempre me hinchó las pelotas hacerlo, lo voy a hacer por propia voluntad. Algo así como la viejita que decía “si me muero en el campo entiérrenme en la montaña y si me muero en la montaña entiérrenme en el campo”.

Porque soy un hinchapelotas ordenado y también estructurado, voy a darle formato de horóscopo retroactivo.

Amor: empezó complicado el 2008, con vacaciones ya pagas y una relación que venía en pleno desgaste. Como para continuar con una constante de mi vida, a la vuelta de las vacaciones, pelea y separación. Meses de descontrol, mucho más ruido que nueces, algunas enfermedades crónicas (del bocho) y un nuevo comienzo (o re-comienzo). Llegando a fin de año el tema me encuentra feliz, casi diría que enamorado. Desde ya que con un montón de cosas que se arrastran de la anterior etapa, y cuestiones que no se solucionan ni siquiera con mucho amor. El pronóstico para el 2009 es alentador, en el medio voy a tener que vivir una mudanza a un nuevo departamento que quizás desencadene algunas cuestiones colaterales.

Dinero y negocios: al igual que en el amor, el 2008 fue un año complicado. Arranqué endeudándome para irme de vacaciones, porque sentí que las necesitaba como el oxígeno, y porque quería ponerle una ficha más a mi desgastada relación. Las deudas fueron acumulándose y los supuestos negocios que se estarían cerrando después de laburar unos cuantos meses jamás llegaron. La situación se empezaba a tornar complicada y las tarjetas estaban al rojo vivo. Justo a mediados de año llegó el cambio de laburo y con él las esperanzas de revertir la situación. El cambio fue positivo en todos sus aspectos, y si bien en lo económico implicó una mejora, no alcanzó como para revertir la tendencia. Había que cortar por lo sano y voló el auto. Con esa guita liquidé el total de las deudas y a empezar de nuevo. El 2009 pinta mejor. El trabajo es un laburo soñado, excelente clima laboral, buena gente, posibilidades concretas de negocios y productos líderes en sus mercados. Sólo dependerá de ponerle el hombro y darle para adelante.

Salud: si bien no fue a mí directamente, en marzo operaron a mi viejo de un tumor en un riñón, que terminó con la extirpación completa y por ahora sin nuevas novedades. Después de esto no hubo grandes sucesos, excepto las reiteradas enfermedades sicosomáticas asociadas a quilombos. Termino el año de nuevo yendo al gimnasio y haciendo cinta, no soy maratonista ni siquiera estoy flaco, pero al menos corro 5 km dos veces por semana y eso me mantiene algo más oxigenado.

Sorpresas: creo que este es el rubro más picante del año. Fueron muchas, y algunas verdaderas bombas, así que seguramente se me olvidará más de una. La más fuerte, o al menos la que más me afectó, fue enterarme por un medio extra-oficial del romance-calentura-cama o como carajo se lo pueda llamar de mi ex-mujer con mi (ex)amigo. Antes de esto la mudanza a otro país de este mismo garca, y previo inclusive a esto, su cancelación de casamiento y posterior ruptura con su novia. En conclusión mi (ex)amigo Ariel fue el mayor tira bomba del año.

Como todos los años, y porque para esto soy un optimista empedernido, creo que el 2009 con hacer un pequeño esfuerzo ya va a estar mucho mejor que este año.

Felíz 2009 para todos… y como me voy de vacaciones, dudo mucho volver a actualizar antes del 18/19 de enero.

PD: felíz cumple para Amanda, que es una de esas personas hincha pelotas que decide nacer en medio de las fiestas!!!

jueves, 18 de diciembre de 2008

A PASITOS...


Fueron muchos años, pero mas que muchos años en si mismos, fueron muchas cosas las que pasaron por el medio, así... atravesandolos.
Historias, risas, emociones, tristezas enormes, abandonos, embalajes, peleas, distanciamiento, traiciones, viajes, regalos, radicarme en otro país, recorrer el mundo, compras, penas, cambios de trabajos, un alianza, sentencia de divorcio firmada por una juez.
La compra de mi casa, después su venta, fotos, los recuerdos, mi vestido de novia, líos, alegrías, golpes bajísimos, amantes, corralito, depresión, amigos de fierro, cambios de presidentes, mudanzas, más viajes, sueños, mails, escapadas, familia incondicional, nacimientos, muertes, anécdotas, aprendizajes, sueños, divisiones, cambios, estados civiles varios, rupturas y por qué no, aperturas...
uff! pasaron tantas cosas y es tan extraño tratar de hacer un racconto, que mejor lo dejo acá.... en este gráfico, en un punto de cambio, o de nada... ya se verá, pero eso si.... el fin de una ETAPA.
Extensa como mencioné, de muchísimos años y muchísima historia, pero como de apoco en mi vida, cerré una vez más un círculo (y esto no es un dato menor, ya que la fuerza de voluntad, nunca fue mi fuerte y menos mi aliada)
Por ello, y sin ánimos de seguir aburriendo, va esta dedicatoria...
A todos, y cada uno de los que me dieron una mano y también la espalda.
A los q me alentaron y a los q me tiraron con dardos para que no termine.
A los fieles amigos y a los que traicionaron.
A todos y cada uno de los integrantes de mi familia.
A todos los q me fueron a buscar y a los q me llevaron.
A vos vasquita, por ser motivadora de que esté donde hoy está la flecha, porque si era por mí, seguía otro año sin arrancar.
A todos los q me dieron una linda ayudita, para q también la flecha esté donde está (si a vos Brother)
Al gordo, por permitirme todas las excepciones q existieron...
y como siempre al Barba (y no el ex de la loca... aunque también, una mano me dio)
Woow... y ahora?
De que coños me disfrazo? ;-)

martes, 16 de diciembre de 2008

Fiebre de domingo por la tarde

Hace mucho que no posteo y no porque no hayan sucedido cosas desde mi última entrada. Simplemente que por suerte estuve a pleno y con buenas noticias.

A ver… un rápido resumen: el sábado fuimos a conocer la quinta en la que pasaremos las vacaciones con mi chica y algunos días con mi hija. Superó ampliamente las expectativas, la casa es chiquita y vieja pero tiene mucha onda, la pileta es espectacular y lo mejor de todo es que toda la quinta está totalmente adaptada para niños: tiene una casita para que jueguen en el parque, una goma que sirve de hamaca, muchos árboles para hacer “expediciones” y mucho lugar para correr.

Lo mejor llegó el domingo, en un día que se vislumbraba intenso y lo concretó con creces. Primero y principal, fiesta de fin de año del jardín de mi hija. Segundo, y un poco por detrás en importancia, la última fecha del campeonato argentino con el Ciclón con chances de salir campeón o al menos, meterse en un posible desempate.

La fiesta era en un teatro en almagro, salí preparado con la cámara y muchos carilinas. El año pasado en mi primera experiencia como padre en un acto de su hija, lloré a moco tendido, filmé como si fuera Michael Fox con Parkinson y me emocioné a más no poder. Este año ya iba un poco más preparado.

Me llevé el celu para intentar ir chequeando en vivo y casi en directo el resultado de los partidos y dispuesto a bancarme todo el acto heroicamente. Primera sorpresa: no había señal adentro del teatro. Segunda sorpresa: el pequeño acto tenía como 10 partes, había pronóstico no menor a 2 horitas de duración.

Sinceramente, y no sólo porque sea el padre, mi hija es de las más lindas y de las que mejor baila, la pusieron adelante de todos y es muy gracioso verla como cada vez que cambia la música es una de las que inicia con los nuevos pasos. Realmente espectacular la gracia que tiene para moverse (dentro de unos años no me va a causar tanta gracia, lo sé…)

Además, el Ciclón ganó un partido chivo y nos metimos en la definición. Espero terminar el año con una gran alegría.

Y como para que me crean y vean que realmente baila muy bien, les dejo un video espectacular.

Nota: es la diosa de chaleco violeta que está adelante de todos.

lunes, 8 de diciembre de 2008

Mar adentro

Desde chico fui muy sensible. Películas, publicidades y hasta canciones me emocionaban fácilmente hasta las lágrimas. En mi adolescencia, supongo que un poco por las inseguridades típicas de esos momentos, intentaba demostrarlo lo menos posible. Y lo hacía muy bien. Cuando uno crece y entiende que está bueno dejarse llevar por las emociones, liberé todas las lágrimas que quería cuando quería. Y así fue como empecé a moquear en cines repletos, frente a la tele acompañado, en la tribuna del ciclón cuando cantamos eso de "yo soy cuervo desde que estaba en la cuna" y desde hace un tiempo, me encontré más de una vez mojando el teclado sobre mi escritorio en la oficina.

Este fin de semana fue particularmente raro. Una de las particularidades era que íbamos a pasar el primer fin de semana a distancia con mi chica. Y como nuestra relación no tiene como una de sus fortalezas la confianza mutua, no era este un tema menor. Por suerte, por mi parte, lo he podido sobrellevar de la mejor manera. Y estoy seguro que ella también.

Además, compartí bastante tiempo con mi hija, y esta época del año para un papá recientemente separado es una de las más difíciles. Tener que pensar, y negociar, como pasar las fiestas es una situación que desgasta y, al menos a mí, me genera sentimientos encontrados.

Pero llegué en buena forma al lunes por la tarde y me tiré en la cama para ver alguna de las películas que había puesto a bajar en internet. Elegí "Mar adentro".
No es mi intención contarles de qué va la película, ni siquiera del tema concreto que trata, pero sólo tirado en mi cama casi que salgo nadando. Prácticamente me deshidraté. 
Y es muy boludo como a veces ciertos mecanismos de pensamiento se disparan ante cosas que uno no espera o ni siquiera sabe. Cómo una película o una canción nos hace pensar en cosas y plantearnos situaciones. Y la peli me hizo pensar en todas las cosas por las cuales hoy puedo estar contento. No voy a decir agradecer, porque en mi estado de ex-católico, no creo que haya que estar todo el tiempo pidiendo o agradeciendo a alguien más, superior o no. Lo que sí, cuando uno se pone triste o mal por algunas cosas, pensar en los pequeños grandes logros de su vida puede hacerle reflexionar y entender el lugar que hay que darle a cada cosa. 

Ayer fui al cine por primera vez con mi hija, nunca nadie la había llevado al cine. Fuimos a ver Madagascar. Entramos y salimos del cine cantando "quiero mover el bote", se asombró con el tamaño de la pantalla y lo fuerte que estaba el sonido. A la mitad de la peli me dijo "papi, tengo sueño, me puedo dormir?" y se durmió todo lo que quedaba de peli. 
Lo mejor de todo llegó esta mañana. Apenas se despertó, vino hasta mi cama y me dijo que quería ir a hacer pis. La acompañé para prenderle la luz del baño y ayudarla a subirse al inodoro. Mientras ella hacía pis, yo me senté al lado en el bidet. Con su mejor cara de dormida me miró y me dijo: "papi... me gustó mucho ir ayer al cine con vos".

sábado, 6 de diciembre de 2008

Un embole para 400

Finde largo y al pedo en un 80%. Este finde me toca estar con mi hija desde el domingo al mediodía hasta el lunes por la noche, por lo que viernes y sábado estoy completamente libre. Mi chica se fue con amigas a la costa y quedé más solo que Cristina paseando por la Rural.
Como ya preveía un viernes de embole, y como le tenía ganas hace mucho tiempo, fui y me compré el Iphone. Con los morlacos que ingresaron por la venta del auto, me auto-convencí que era un muy buen paliativo darme al menos un gusto. Y ahí fui a los amigos de Claro a gastarles unas cuántas monedas. No me quejo, al menos el viernes a la noche fue de Iphone a pleno.
Hoy me levanté cuando pintó, me fui a desayunar al bar de la esquina... y sigo al pedo. Me estoy empezando a poner de mal humor.
La gran mayoría de mis amigos están en pareja y no salen a hacer nada, los que no están en pareja se fueron afuera el finde largo, y no quiero (me niego rotundamente) salir a hacer llamados a donde no corresponde para terminar haciendo cagada.
Se aceptan sugerencias, invitaciones, y otras yerbas!!!

PD: si para el sábado a la noche no tengo un mísero comentario, me voy a deprimir mucho!!!

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Delfo Cabrera

A partir del blog anterior y de un comentario de Lali haciendo referencia a que quizás terminaba corriendo maratones no pude evitar recordar mi breve y frustrante incursión en el mundillo de los deportes aeróbicos.

Durante mi anterior experiencia gimnástica, que como ya conté duró aproximadamente un año, con mucho empeño y fuerza de voluntad, llegó un momento en el cuál creí que estaba listo para demostrarles a todos que la actividad física era parte de mi vida. Y así como de la nada, llegó la invitación para inscribirme en el maratón Accenture, que más allá de la demostración de habilidades pedestres me permitía ganarme una remera dri-fit de Nike por el sólo hecho de anotarme.

La carrera fue apenas había arrancado el gym, fuimos a los bosques de Palermo muy tempranito con mi hija, ex-mujer, mi hermana, mi cuñado y mi primo. Mi hija iba con apenas 6 meses muy cómodamente sentada en su cochecito y la idea era que la parte masculina de la familia demostrara toda su capacidad deportiva mientras que la rama femenina pasearía con el cochecito con la idea de terminar la carrera sólo por la remera del final.

Mis errores comenzaron desde la vestimenta, unas zapatillas Puma muy bonitas pero con menos suela que una pantufla. Luego, la entrada en calor. Mientras me mofaba y reía de todos los boludos que hacían entrada en calor al ritmo de la animación de Ronie Arias me dediqué a mirar chicas en calzas y promotoras. Al ratito de estar, llegó el momento de la largada. Nos ubicamos por donde pudimos y arrancamos caminando, porque había muchísima gente. Iba en el medio de mi cuñado y mi primo y dándoles consejos como si fuera un deportista olímpico. A los 500 metros ya no podía cambiar el aire, a los 800 metros me entró un dolor en el costado y ya puteaba por no haber desayunado, a los 1000 metros me dolían los pies, a los 1200 metros les pedí que bajáramos el ritmo…  y a los 1500 metros me tiré a un costado en el pasto dando tanta pena que hasta me vinieron a asistir preguntándome si me sentía bien. La vergüenza no fue lo suficientemente grande como para impedirme ir hasta la carpa donde entregaban las remeras de Nike.

La segunda fue cuando ya hacía unos meses que corría, en la cinta del gimnasio llegaba a los 5 o 6 km (no sin esfuerzo pero casi dignamente) pero ahí descubrí que es muy distinto correr en cinta a correr en calle.

La carrera era “la maratón de los call center” y como la empresa en la que trabajaba era auspiciante, le propuse a RRHH que promocionara la carrera entre los empleados y que armáramos un equipo oficial de la empresa para representarla. La empresa gentilmente abonó la inscripción por nosotros y nos dió a cada uno una remera pedorrísima de algodón que adelante y atrás tenía el logo (tenía la esperanza de hacerme de arriba con otra dri-fit). Esta vez aprendiendo de mis errores me llevé las zapatillas con la que corría en el gimnasio pero me negué (una vez más) a hacer movimientos de precalentamiento.

Esta vez la actuación fue bastante más digna. De más está decir que como fui con varios compañeros de trabajo y 2 específicamente de mi sector, hubo apuestas varias sobre quién llegaría primero de nosotros.

Llegué con los bofes en la mano, estaba a punto de abandonar cuando me faltaban 1000 metros hasta que vi a un gordo desahuciado de mi empresa que me pasa por al lado y me dice "vamos que ya no falta nada"... y ahí algún tipo de fibra íntima se habrá tocado porque me sentí como Rocky en los escalinatas de Filadelfia y ya sin aire, con dolores en todos lados, transpirado hasta en las partes más íntimas logré pasar al gordo faltando escasos 50 metros y crucé la línea de llegada al borde del colapso cardiológico. Mi viejo, que me esperaba del otro lado, me contó al rato que cuando crucé la meta estaba pálido como nunca en mi vida y que venía boqueando como pez fuera del agua.

De más está decir que de los 3 del mismo sector llegué último cómodo.

PD: Delfo Cabrera fue un importante atleta argentino que logró la medalla de oro en Maratón en los JJOO de Londres 1948. Y lo más importante es que representaba al glorioso Club San Lorenzo de Almagro.

martes, 2 de diciembre de 2008

Y un día volvió…

Y el día finalmente llegó. Se acabaron las excusas, se terminaron los “peros”, llegando a final del año hubo que definirse y arrancar.

La última vez había sido hace casi dos años, en el medio muchos problemas que sirvieron de excusas y el tiempo fue pasando. En el mientras tanto intentamos algunas acciones alternativas, pero ninguna logró un resultado similar.

Hoy volví al gimnasio.

No se imaginen al Tano como un deportista, lejísimo estoy de eso. Ya leyeron en un post anterior que la genética me ha destinado una prominencia abdominal hereditaria importante, y me niego a someterme al destino de eterno panzón.

Durante todo el año 2006, en un récord de persistencia, logré entrar en un ritmo más que lógico. Iba entre 2 y 3 veces por semana y en 40 minutos ya había logrado correr casi 6 km. No estoy para los juegos olímpicos pero me hacía muy bien, y lo más importante, me permitía sentirme ágil, flaco y con resistencia. Creo que mi cuerpo tardó menos de un mes en olvidarse todas esas características y cuando ya llegué a sentirme una babosa embarazada llegó el punto final.

Mi anterior gimnasio era el típico gimnasio de barrio, estaba entre San Telmo y Barracas, era un galpón enorme que tenía varias canchitas de fútbol y algunas más de padel. Y en el primer piso un gimnasio bien modesto con las máquinas viejas y justas. Toda la vida me aburrió de sobremanera hacer aparatos, por lo que ya de grande descubrí que mi única manera de hacer alguna actividad física es correr en la cinta. Y con el tiempo, el MP3 y alguna tele de frente hasta le llegué a tomar el gustito. Así que hoy, luego de esa experiencia gratificante de tiempo atrás, me decidí y volví a la cinta.

Claro, algunas cosas son bien distintas. Pasé del gimnasio de barrio al Sport Club de Diagonal Norte. De los 3 o 4 viejos del barrio que eran charla obligada sobre los partidos del domingo a que todos parezcan modelitos y que vayan a desfilar. De las cintas desvencijadas y que no paraban de hacer ruido a las más modernas máquinas que tienen más botones que mi computadora. Y por supuesto, de la ausencia absoluta de mujeres, a un sin número de féminas en calzas y en posiciones que hacen imposible que hasta el más recatado pueda evitar clavarle alguna mirada asesina.

Otra cosa que cambió fue el vestuario masculino. Hace cosa de año y medio, y por sugerencia de mi chica, he empezado a utilizar el rasurado de la zona púbica. No es que antes tuviera el amazonas, pero es cierto que con este tipo de trabajito se tiene mucha más sensibilidad. Además, si uno pide que la zona de su pareja esté desmalezada tranquilamente puede recibir pedidos similares. Cuestión que una de las cosas que más me perseguía al respecto era el famoso vestuario, desde ya que en el gimnasio de barrio este tipo de prácticas no se veían y si alguno caía con la novedad automáticamente era tildado de puto. Hoy, ante mi sorpresa, no sólo confirmé que no era el único con escasez de bello púbico sino que la gran mayoría lucía un look similar. (acabo de releer todo el párrafo, y quiero aclarar que no uso cremas, que no tomo cama solar, que no me depilo otras zonas y que estoy lejísimo de ser un metrosexual. Por las dudas!!! Además, una ventaja adicional del rasurado es que hace parecer todo más grande!!!)

Hoy fue la primera incursión, 40 minutos de cinta, 20 corriendo y 20 caminando. Duchita rápida y charla protocolar con el cuidador del vestuario. Yendo a horarios no pico se puede conseguir una cinta con vista directa al ventanal de Diagonal y correr entretenido.

Voy a necesitar mucha voluntad para pasar el verano, pero el objetivo final está al final del túnel y por ahora está bastante oscuro, espero que dentro de algunas semanas ya se empiece a ver al menos alguna hendija de luz al final del camino.

lunes, 1 de diciembre de 2008

Vacaciones…

Se viene el verano, y ya desde finales de noviembre la gente a los 5 minutos de charla te empieza a preguntar: “Y? a dónde te vas a de vacaciones?”. Hasta hace 7 días atrás, mi respuesta era siempre la misma: “no me voy a ningún lado porque no tengo guita y quiero ahorrar para mudarme”. Pero hace una semana atrás todo cambió. De la nada, y sin que hiciera absolutamente nada para que suceda, una compañera de laburo de “mi chica” le ofreció alquilarla en un precio simbólico la quinta de fin de semana que tienen en El Remanso para que nos vayamos de vacaciones ahí. Sería del 28 de diciembre al 18 de enero (por lo que muy probablemente salga fiesta de fin de año en la quinta, todos vestidos de blanco como Alan Faena y bailando alrededor de la pileta absolutamente borrachos).

Algunas cosas que mentalmente estoy anotando para no olvidarme llevar:

- Tejo (juego pedorro que sólo se utiliza para altas tardes de embole en lugar de vacaciones).

- DVDs (si como supongo no hay tele ni cable, voy a tener que empezar a bajar películas en forma masiva).

- Protector solar (suelo arrebatarme fácilmente).

- Yerba (de las dos).

- Mi kit de cuchillos parrilleros (pienso estar 15 días alimentándome de cosas a la parrilla, no importa qué, todo a la parrilla).

- Scrabbel (juego vacacional por excelencia).

- Libros, más libros y muchos libros.

Creo que con eso puedo sobrevivir bastante bien unos cuántos días… si se les ocurren algunas cosas más, acepto todas las sugerencias.